08.05.2013 Views

ingénit - Liceus

ingénit - Liceus

ingénit - Liceus

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

R.HUAYNA INGÉNITO<br />

utilizadas para animar portentosas máquinas vivientes, no puedo ignorar<br />

que el cuerpo humano también es una máquina, pero mejor desarrollado.<br />

Estas criaturas átmicas, por su servicio, son premiadas por la naturaleza<br />

con escalones más perfectos de la existencia...<br />

—Haré todo lo posible por detenerlo... —intervengo tranquilamente.<br />

—Eres nuestra última y única esperanza —me responden con toda<br />

confianza—. Hoge es poderoso y peligrosísimo. Esta rodeado por una<br />

caterva de monstruos más crueles que el mismo, son capaces de beberse<br />

lo más importante de toda criatura... ¡Debes de tener mucho cuidado<br />

cuando le hagas frente!...<br />

Debo apurarme...<br />

—... ¡Ah! y recuerda que estaremos contigo en todo momento,<br />

especialmente en los momentos difíciles. Por ahora te enviaremos hasta<br />

algunos centenares de metros adelante, hasta donde nuestras reducidas<br />

energías puedan hacerlo. ¡Adiós!<br />

Adiós. Exquisito y augusto: la voz de la pareja sideral. Voz andrógina.<br />

Antes de retirarme mi intuición es impactada de manera demoledora<br />

por lo que hay detrás de una cortina. Esta esconde un gran misterio. Un<br />

gran secreto que no puedo descifrar cabalmente. Estoy inquieto y ellos,<br />

la pareja venerable, satisfacen mi curiosidad con un impenetrable silencio.<br />

Y todo desaparece alrededor mío.<br />

Luego me doy cuenta que la singular caída de agua ha quedado a<br />

medio kilómetro atrás. Su persistente ruido ha sido remplazado por otro,<br />

pero menos sonoro. Esa estridencia destruye al espléndido paisaje despedazándolo<br />

como a un fino cristal.<br />

Lo nugatorio está presente a cada paso. Dos bestias bípedas libran<br />

feroz combate, la exagerada discordia jadea. La ingente potencia liberada<br />

por uno de ellos derriba a su adversario y luego de una veloz dentellada<br />

le arranca de cuajo una extremidad superior. El derribado chilla el<br />

corto tiempo que media hasta que otro mordisco le destroza la cerviz. La<br />

sangre lanzada a chorros exacerba la crueldad del triunfador quién mezcla<br />

el estruendo de su garganta con las súplicas inexistentes del moribundo.<br />

El ciego instinto lo detiene cuando tiene frente a sí una masa<br />

sanguinolenta transformada en alimento, con ira arranca un grueso pedazo<br />

y lo deja resbalar por dentro de su elástico gargüero. La sangre atrae<br />

a otros reptiles que el alosaurio no puede consentir cerca y menos cuando<br />

se alimenta, los aleja insolentemente.<br />

78

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!