Libro_En_ el_Reinodela_Sal.pdf - Editores Alambique
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A QUIEN CORRESPONDA<br />
La mentira es siempre hacia uno. Por mucho que parezca ir hacia<br />
los otros y cubrirlo todo para evitar que lo de adentro, y por eso<br />
afuera, se muestre.<br />
La verdad es desde y hacia uno. Aunque en este “uno” pueda<br />
haber otros. Y una vez vista, nada puede evitar su presencia, aún<br />
oculta. Sólo así se puede ver: de adentro hacia fuera.<br />
La mentira necesita al menos un partidario. No importa si en<br />
alianza o en discordia. Como encender una mecha. Y que se tuerza<br />
<strong>el</strong> corazón para dejarse llevar por <strong>el</strong> miedo que, siendo de la mayoría,<br />
parece únicamente de uno.<br />
La verdad no.<br />
Una vez que uno <strong>el</strong>igió la mentira ya no hay más que la ola d<strong>el</strong><br />
todos. Nunca un camino propio sino <strong>el</strong> de la mentira.<br />
La primera mentira, no importa cuál parezca —la única— es mentirse<br />
a uno mismo. Dejar de ser cada cual y sólo aparentar en <strong>el</strong> reflejo<br />
de la aceptación de los demás.<br />
La mentira es la ilusión d<strong>el</strong> poder y, en consecuencia, es <strong>el</strong> poder:<br />
creer que se consigue tener. La mentira es separar lo que se hace<br />
de lo que se piensa y de lo que se dice. La mentira es <strong>el</strong> deseo. La<br />
mentira es inmortal.<br />
La mentira es todo. Que somos <strong>el</strong> centro de las cosas y no que<br />
estamos en <strong>el</strong> centro, que es cualquier parte, de <strong>el</strong>las.<br />
La verdad es inaplazable, intransferible a lo que no sea <strong>el</strong> corazón<br />
propio. La verdad no busca convencer a nadie de ninguna<br />
cosa. Empezando por uno. La verdad no sirve para nada, ni nos<br />
hace libres, ni nos hace esclavos. De uno mismo o de otros. Es<br />
uno quien decide ser libre o cautivo, de uno o de cualquier cosa.<br />
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