08.05.2013 Views

Libro_En_ el_Reinodela_Sal.pdf - Editores Alambique

Libro_En_ el_Reinodela_Sal.pdf - Editores Alambique

Libro_En_ el_Reinodela_Sal.pdf - Editores Alambique

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

tranquilos según <strong>el</strong> orden d<strong>el</strong> asiento.<br />

Al salir de la gruta de metal, los anteojos oscuros de Sandoval<br />

no pueden detener las diminutas puñaladas de la luz contra las<br />

cuencas. Se eriza: a diez pasos cu<strong>el</strong>ga como un ahorcado la enorme<br />

tabla de alguna madera exótica que recibe a los visitantes con<br />

unas letras talladas a mano, bajo las cuales hay un r<strong>el</strong>ieve de un<br />

barco v<strong>el</strong>ero con una especie de marino con pinta de pirata, que<br />

cruza un mar de astillitas de distintas maderas incrustadas con precisión.<br />

La frase SANDOVAL HOTEL AND RESORT le produce<br />

una fría punzada en la boca d<strong>el</strong> estómago. Se queda de último,<br />

aunque no soporta <strong>el</strong> resplandor d<strong>el</strong> sol: palabra por palabra siente<br />

que le sangran los ojos.<br />

X<br />

<strong>En</strong> la recepción lo espera un individuo pequeño, joven, moreno, de<br />

ojos verdemi<strong>el</strong>, enfundado en un pantalón azul hasta las rodillas y<br />

una camisa color crema, en cuyo lado izquierdo refulge una tablita<br />

azul con letras amarillas: MANAGER JUNIOR. Al desplegar una sonrisa<br />

demasiado aprendida, <strong>el</strong> hombrecito saluda en una especie de<br />

inglés rechinado de exageradas y arrastradas “erres”, al tiempo que<br />

levanta las cejas y frunce <strong>el</strong> entrecejo antes de hacer tronar sus dedos.<br />

<strong>En</strong>seguida, sobre <strong>el</strong> mostrador, aterriza un vasito de plástico<br />

que pretende ser de vidrio o quizá hasta de cristal.<br />

—Es nuestro ponche de frutas sin alcohol. El famoso copt<strong>el</strong> de<br />

bienvenida hecho con agua de manantial —aclara con afectación.<br />

—Se llama “Sándoval Trópical Cocktail” —añade la chica que<br />

trajo <strong>el</strong> ponche, en una siniestra pronunciación que pretende pasar<br />

por inglés, bajo un chorro de abundante ondulado p<strong>el</strong>o negro a<br />

media espalda.<br />

Inevitable resulta la respuesta mecánica de volver a ver, en especial<br />

al oír <strong>el</strong> nombre d<strong>el</strong> brebaje. Luego, descubierta la muchacha,<br />

imposible no ver <strong>el</strong> ceñido pantaloncito azul en <strong>el</strong> que se comprimió.<br />

Con deslealtad, unas rayitas amarillas con un ajustadísimo San,<br />

seguido por un fruncido Do, y un casi engullido Val, por un milagro<br />

no terminan de escurrirse por entre unas redondas y apretadas nalgas,<br />

quizás menos achocolatadas que <strong>el</strong> resto d<strong>el</strong> cuerpo, cuyo torso<br />

es envu<strong>el</strong>to por una ajustada y d<strong>el</strong>gada camisa de algodón d<strong>el</strong> mismo<br />

color crema que las medias y los zapatos tenis.<br />

Sandoval pone sobre <strong>el</strong> mostrador sus documentos y un pap<strong>el</strong>ito<br />

con un número de reservación, “El cual no hará sino agilizarle<br />

21

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!