DEL MODERNISMO A LA VANGUARDIA: «CERVANTES. REVISTA ...

216 CUADERNOS PARA INVESTIGACIÓN DE LA LITERATURA HISPÁNICA
LAURIN. Con tu muerte, ¡oh ynfame!, con tu muerte
as de pagar el bano atrebimiento:
aunque por él de ynfamia te rreservas,
f 1Or-1
BELIA.
DIA.
LAURIN.
BELIA.
DORI.
DIAM.
por el alto deseo a que aspirabas.
No meresce, aleboso, que tu alma
-a quien por conpetirme oy la ennoblezco,
siendo ya en Diamaranta transformadosalga
por esa boca fementida:
antes con esta daga y este golpe
la abriré otro camino más decente.
Sale Diamaranta y Belianiro, trocados los trajes.
Sin falta, aunque la'scura, negra noche
los rostros nos encubra y sólo deje
los bultos, que las boces, Diamaranta,
de Laurindo y Dorilo son, que ayrados
en contienda mortal están metidos.
Pues no ay lugar al destrocar los trajes,
acorre, Belianiro, no se maten
y claro es que, por nuestra semejanca,
no cayrán en el trueco. ¡Tené, amigos!
¡Tente, Dorilo! ¡Tente tú, Laurindol
¿Así desconoscéis? ¡Cómo los tiene
la cólera turbados los sentidos!
¡Nadie ynte[nte] estorbar la muerte justa
que con Justa racón l'está guardada
al que la bida gasta en mil trayciones!
y aunque de Diamaranta la apariencia
toméys, es escusado, sombras banas,
estorbar la benganca de mi pecho.
Sombras palpables somos que forcamos,
si la ley de amistad no se os olvida,
a que bengas, Dorilo, asta tu albergue
[II]
conmigo, sin que pongas más escusas;
mira, cagal, y adbierte: es lo primero
que te pidió en su bida Diamaranta.
Yo obedezco, pastora, lo que mandas.
Banse los dos: Belianira y Dorilo.
Tu y yo, Laurin[d]o, bamos a tu estancia;
y debes conplacer a Belianiro,
1.065
1.070
1.075
1.080
1.085
1.090
1.095