11.05.2013 Views

DEL MODERNISMO A LA VANGUARDIA: «CERVANTES. REVISTA ...

DEL MODERNISMO A LA VANGUARDIA: «CERVANTES. REVISTA ...

DEL MODERNISMO A LA VANGUARDIA: «CERVANTES. REVISTA ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

EDICIÓN DE UNA COMEDIA BURLESCA <strong>DEL</strong> SIGLO XVII 253<br />

IlÓgICO es también el sitio de Valencia, Para empezar, no saben ni si es Valen­<br />

CIa: «Ésta, señor, es Valencia (111, v. 1)>> (...) «Valencia es, señor, sm duda (In,<br />

v.Tt» (...) «¿Estás bien en que es Valencia? (m, v. 8)>>, el Cid contesta: «Yo pienso<br />

que es más abajo, / y que la vista me engaña, / porque ella es una ciudad / con un<br />

portal a la entrada / y ha de tener por más señas / un hombre junto a la plaza». Y<br />

la respuesta: «1: ¿Y dónde, señor, has visto / estas señas? Cid: En el mapa» (In,<br />

vv. 10-15).<br />

b) Disparates basados en la hipérbole<br />

En la línea del disparate vemos hipérboles ilógicas: hablando de los caballos que<br />

el moro trae como regalo (1, vv. 379-385), así como cuando el Cid en el II, v. 243:<br />

«Aquí estoy de Polo a Polo», expresión que alude a distancias inmensas. Este disparate<br />

hiperbólico tendría más comicidad al situarse el actor en el marco reducido<br />

del escenario.<br />

e) Anacronismos y atopismos<br />

En algunos casos la incoherencia temporal es manifiesta; aludiendo a tiempos<br />

remotos (II, vv. 47-48). El anacronismo de nombrar a Madrid, lógico para los espectadores<br />

o lectores de la época de Cáncer y de la actual, pero inexistente en la<br />

época en la que se desarrollan los hechos de la comedia (siglo xt) induce a hilaridad;<br />

el Cid les dice a los moros conquistados: «¡Ea, marchad a Madrid!» (m, v. 87).<br />

A veces de intento se producen incongruencias en el hilo de la comedia: acaban de<br />

llegar a Valencia y exclama el Cid: «Entregádmela, morillos, / pues os la tengo sitiada<br />

/ hará dos años y más» (m, vv. 28-30). También vemos atopismos; se dice<br />

que el moro viene de Argel y habla al rey de «los mares de Flandes», por donde ha<br />

llegado (1, v. 359).<br />

d) Disparates cuyos términos son ilógicos o contradictorios<br />

Observamos metáforas ilógicas por lo contradictorias: el Cid pide dinero a su<br />

padre por vengarle la honra -jÍnsólito!- y le dice que ese dinero lo quiere «para<br />

sacarle a Jimena / luego que mate a su padre / ropa y basquiña de tela. / Laínez ¿Y<br />

qué jubon? Rodrigo Negro oscuro. / Laínez ¡Saldrá que estará de perlas!» (II, vv. 295­<br />

299). La basquiña es una «saya negra» y el jubón es «negro oscuro», por tanto,<br />

ningún colorido más opuesto que el blanco al que se alude con «de perlas». Otros<br />

adjetivos funcionan como epítetos burlescos y aquí son paradójicos, en la línea de<br />

la burla; el Conde quiere matar a su hija con un veneno ciertamente singular: II,<br />

vv. 85-88: «Lleva un lindo rejalgar, / lleva arsénico escogido, / lleva diamante molido,<br />

/ solimán yagua de azahar».<br />

e) Expresiones y diálogos chistosos por lo absurdo e imposible de sus contenidos<br />

Estos disparates se encuadran en el viejo concepto del mundo al revés, que se<br />

aviene a la perfección con el momento de la representación, el martes de<br />

Carnestolendas. Veamos algunas muestras de estos absurdos. En el párrafo en pro-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!