DEL MODERNISMO A LA VANGUARDIA: «CERVANTES. REVISTA ...

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Sin embargo, las intenciones de la revista (ciertamente de modo más acusado
en la 1." época, en que Guillermo de Torre no participaba en ella), se acogen a este
título conscientes de su significado y consecuentes con él.
El n. I se inicia con el artículo, ya mencionado, «Palabras sobre D. Quijote» del
colombiano Vargas Vila, quren habla de que «su grandiosa y conmovedora epopeya,
es todo el poema de la vida humana», calificando su locura de «vía láctea, cuajada
de soles», para después añadir una larga lista de elogios sobre el carácter del personaje.
En el mismo número, César E. Arroyo destaca la obra de Juan Montalvo como
gran cervantista hispanoamericano, y Luis G. Urbma rememora el entusiasmo que
sentía al explicar entre los jóvenes escolares la vida y obra de Cervantes. Este entusiasmo
cervantista es continuado en el siguiente número por Ricardo Rojas, quien
analiza el valor literario de su obra poética, puesto que «la luminosa gloria del
Quijote ha obscurecido hasta ahora, con su vivo fulgor, todas las otras criaturas de
Cervantes».
En el n. VII, J. A. González Lanuza escribe sobre otro aspecto de la obra
cervantina en su extensísimo artículo «Rocinante». En el mes de agosto (n. XIII),
bajo el título «Tres estudios sobre D. Quijote», se incluyen: «La cárcel dónde se
engendró el Quijote» por F. Rodríguez Marín, «El alma de la humanidad en Don
Quijote» por Carlos Barajas y «Discurso sobre el Quijote», por Primo Feliciano
Velázquez, e de la Real Academia Española en México.
A la etapa de transición de la revista -conSIderando como tal, no sólo la época
de Andrés González Blanco, smo también los meses en que, tras su resurreción, no
aparece el nombre de ningún director en ella- pertenece «Cervantes y los Estados
Unidos del espíritu» firmado por Blanca de los Ríos Lampérez, aparecido en Junio
de 1918.
Ya en la etapa del ultraísmo más acérrimo, en marzo de 1919, F. Villegas Estrella
publica el poema «Cervantes es la estrella». Si bien la calidad poética de los
versos no es excesiva, tiene el valor de aceptar a Cervantes como maestro indiscutible,
a pesar de tratarse de una revista y un momento mmersos en el vanguardismo.
«Cervantes es la estrella en el cielo de España / que guió el rumbo de nuestra nave
espiritual/él fulgura en la luz de una razón extraña / el romance de oro del manchego
genial.»
En enero de 1920 comienza su sene de colaboraciones el cervantista Ángel
Suárez, con la titulada «Cervantes, amigo», en la que se acerca de manera más
personal a los valores del escritor, Comparten espacio en este número vanguardistas
destacados como Cansinos o Rivas Panedas. Hasta mayo no se publica su siguiente
artículo, «Iniciaciones ejemplares: Cervantes viajero» que, en esta ocasión, aparece
Junto a Guillermo de Torre, quien ofrece su visión sobre las últimas novedades en
el movimiento intelectual catalán, además de contar la revista entre sus páginas con
la colaboración de otros conocidos ultraístas como Rivas Panedas. En el número
siguiente (junio de 1920), junto a los poemas ultraístas de Guillermo de Torre,
Abraham Valdelomar, César A. Comet, Pedro Garfias e Isaac del Vando-Villar, Ángel
Suárez retoma de nuevo el tema en «Iniciaciones ejemplares: Cervantes, ingenio».
Su cuarta y última colaboración aparece en octubre bajo el escueto título de
«Iniciaciones ejemplares» que, en el interior, se completa con el subtítulo indicador
del aspecto que trata: «Cervantes poeta». Por cierto, de nuevo un artículo sobre dicho
autor comparte espacio en la revista con los poemas ultraístas de Guillermo de Torre
o Cansinos-Asséns bajo su pseudónimo habitual, Juan Las.