13.06.2013 Views

CAPÍTULO XXXI - iglesia bautista getsemani de montreal

CAPÍTULO XXXI - iglesia bautista getsemani de montreal

CAPÍTULO XXXI - iglesia bautista getsemani de montreal

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

evangélicos, no sólo somos culpables <strong>de</strong> volubilidad en estos asuntos, sino que<br />

carecemos también curiosamente <strong>de</strong> lo que se solía llamar 'temor <strong>de</strong> Dios'. Algunos <strong>de</strong><br />

nosotros tenemos una ligereza, una vocinglería, una superficialidad, que me parece estar<br />

muy lejos <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>be ser el verda<strong>de</strong>ro cristiano, pueblo religioso, como se ve que ha<br />

sido en la Biblia y en la <strong>iglesia</strong> a lo largo <strong>de</strong> los siglos. En nuestro anhelo <strong>de</strong> crear la<br />

impresión <strong>de</strong> que somos felices, a menudo carecemos <strong>de</strong> reverencia y <strong>de</strong> lo que la Biblia<br />

quiere <strong>de</strong>cir con 'reverencia y temor religioso'. La i<strong>de</strong>a toda <strong>de</strong>l 'temor <strong>de</strong>l Señor' y <strong>de</strong> la<br />

piedad se ha ido perdiendo <strong>de</strong> una forma u otra entre nosotros. Esto se <strong>de</strong>be en parte a<br />

este fracaso en caer en la cuenta <strong>de</strong> la enseñanza bíblica respecto al juicio. Deseamos<br />

tanto <strong>de</strong>jar bien sentada la doctrina <strong>de</strong> la justificación por fe sola, que con frecuencia,<br />

nos hacemos culpables <strong>de</strong> tener en menos las otras doctrinas bíblicas, que son<br />

igualmente parte <strong>de</strong> nuestra fe y, en consecuencia, igualmente verda<strong>de</strong>ras. Por ello es<br />

importante enten<strong>de</strong>r esta doctrina acerca <strong>de</strong>l juicio.<br />

Ante todo, hay un juicio que es <strong>de</strong>finitivo y eterno, es el juicio que <strong>de</strong>termina el<br />

estado <strong>de</strong>l hombre y su posición frente a Dios. Este juicio <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> la gran separación<br />

entre el cristiano y el no cristiano, entre las ovejas y las cabras, entre los que van a la<br />

gloria y los que van a la perdición. Este es una especie <strong>de</strong> primer juicio, como un juicio<br />

básico que establece la gran línea divisoria entre los que pertenecen a Dios y los que no<br />

le pertenecen. Esto se enseña claramente en muchos pasajes <strong>de</strong> la Biblia, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

principio hasta el fin. Ese es el juicio que <strong>de</strong>termina y fija el <strong>de</strong>stino final <strong>de</strong>l hombre, su<br />

condición eterna, si va a estar en el cielo o en el infierno.<br />

Pero ese no es el único juicio que se enseña en la Biblia; hay un segundo juicio,<br />

el juicio al que estamos sometidos como hijos <strong>de</strong> Dios, y por ser hijos <strong>de</strong> Dios.<br />

Para enten<strong>de</strong>r esto, <strong>de</strong>beríamos leer 1 Corintios 11, don<strong>de</strong> Pablo expone la<br />

doctrina respecto a la Santa Cena. Dice, "Cualquiera que comiere este pan o bebiere esta<br />

copa <strong>de</strong>l Señor indignamente, será culpado <strong>de</strong>l cuerpo y <strong>de</strong> la sangre <strong>de</strong>l Señor. Por<br />

tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así <strong>de</strong>l pan, y beba <strong>de</strong> la copa. Porque el<br />

que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo <strong>de</strong>l Señor, juicio come y bebe<br />

para sí" (versículos 27-29). Luego —"Por lo cual hay muchos enfermos y <strong>de</strong>bilitados<br />

entre vosotros, y muchos duermen (lo cual significa 'muchos han muerto'). Si, pues, nos<br />

examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; mas siendo juzgados, somos<br />

castigados por el Señor, para que no seamos con<strong>de</strong>nados con el mundo" (versículos 30-<br />

32).<br />

Esta afirmación es muy importante y significativa. Indica claramente que Dios<br />

juzga a sus hijos <strong>de</strong> esta forma, que si somos culpables <strong>de</strong> pecado, o <strong>de</strong> vivir mal, es<br />

probable que Él nos castigue. El castigo, dice Pablo, pue<strong>de</strong> tomar la forma <strong>de</strong><br />

enfermedad. Hay quienes están enfermos por su mal vivir. No quiere <strong>de</strong>cir<br />

necesariamente que Dios les ha enviado la enfermedad, pero probablemente significa<br />

que Dios retira su protección <strong>de</strong> ellos y permite que el <strong>de</strong>monio los ataque con la<br />

enfermedad. La misma clase <strong>de</strong> afirmación la tenemos en la misma Carta cuando habla<br />

<strong>de</strong> entregar un hombre a Satanás para que esté lo corrija <strong>de</strong> esa forma (capítulo 5). Es<br />

una doctrina sumamente grave e importante.<br />

En realidad, Pablo va más allá y dice que algunos <strong>de</strong> esos corintios habían<br />

muerto <strong>de</strong>bido a su mala vida, el juicio que había caído sobre ellos <strong>de</strong> esa forma. Habla<br />

<strong>de</strong>l juicio <strong>de</strong> Dios, y por consiguiente lo po<strong>de</strong>mos interpretar así, que Dios permite a<br />

Satanás, el cual controla el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la muerte, llevarse a estas personas <strong>de</strong>bido a su<br />

negativa a juzgarse a sí mismos y a arrepentirse y a volver a Dios. La exhortación que<br />

hace, por consiguiente, es que <strong>de</strong>bemos examinarnos a nosotros mismos, <strong>de</strong>bemos<br />

juzgarnos a nosotros mismos y con<strong>de</strong>nar lo malo que hay en nosotros mismos a fin <strong>de</strong><br />

que podamos eludir ese otro juicio. Se equivoca, pues, el cristiano que pasa

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!