CAPÍTULO XXXI - iglesia bautista getsemani de montreal
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enseñanza <strong>de</strong> nuestro Señor en este párrafo, es primordialmente pensar; y el problema básico <strong>de</strong>l<br />
hombre <strong>de</strong> poca fe es que no piensa; permite que las circunstancias lo intimi<strong>de</strong>n. Esta es la<br />
verda<strong>de</strong>ra dificultad en la vida. La vida viene con un garrote en la mano, nos golpea en la cabeza,<br />
y nos volvemos incapaces <strong>de</strong> pensar, nos sentimos impotentes y <strong>de</strong>rrotados. La forma <strong>de</strong> evitarlo,<br />
según nuestro Señor, es pensar. Debemos <strong>de</strong>dicar más tiempo al estudio <strong>de</strong> las lecciones <strong>de</strong> nuestro<br />
Señor, en observación y <strong>de</strong>ducción. La Biblia está llena <strong>de</strong> lógica, y nunca <strong>de</strong>bemos pensar en<br />
la fe como algo puramente místico. No nos limitemos a estar sentados en un sillón a esperar que<br />
nos sucedan cosas maravillosas. Esto no es fe cristiana. La fe cristiana es esencialmente pensar.<br />
Contemplar las aves <strong>de</strong>l cielo, pensar acerca <strong>de</strong> ellas y sacar conclusiones. Contemplar las<br />
hierbas <strong>de</strong>l campo, contemplar los lirios <strong>de</strong>l valle, para meditar en ellos.<br />
El problema, en la mayoría <strong>de</strong> los casos, radica en que las personas no quieren pensar. En<br />
lugar <strong>de</strong> pensar, se sientan a preguntarse, ¿Qué me va a suce<strong>de</strong>r? ¿Qué puedo hacer? Esto no es<br />
pensar; es <strong>de</strong>rrota, es rendirse. Nuestro Señor en esta pasaje nos incita a pensar, y a pensar <strong>de</strong> una<br />
forma cristiana. Esta es la esencia misma <strong>de</strong> la fe. Fe, si lo prefieren, podía <strong>de</strong>finirse así: Es el<br />
hombre que insiste en pensar cuando todo parece confabularse para intimidarlo y <strong>de</strong>rrotarlo en<br />
un sentido intelectual. El problema <strong>de</strong> la persona <strong>de</strong> poca fe es que, en lugar <strong>de</strong> controlar su<br />
propio pensamiento, ese pensamiento está controlado por otra cosa, y, como suele <strong>de</strong>cirse, va<br />
dando vueltas en círculos.<br />
Esta es la esencia <strong>de</strong> la preocupación. Si uno permanece <strong>de</strong>spierto por la noche durante<br />
horas, puedo <strong>de</strong>cirle lo que ha estado haciendo; ha estado dando vueltas en círculos. Vuelve una<br />
y otra vez a pensar en los mismos miserables <strong>de</strong>talles acerca <strong>de</strong> una persona o <strong>de</strong> una cosa. Eso<br />
no es pensar; es más bien, ausencia <strong>de</strong> pensamiento, fracaso en el pensar. Esto significa que algo<br />
está controlando su pensamiento y dirigiéndolo, para conducirlo a ese estado agobiante que se<br />
llama inquietud. Por esto tenemos <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>finir la 'poca fe', en segundo lugar, como no saber<br />
pensar, o permitir que la vida se apo<strong>de</strong>re <strong>de</strong> nuestro pensamiento, en vez <strong>de</strong> pensar claramente<br />
acerca <strong>de</strong> ella, en vez <strong>de</strong> ver la vida <strong>de</strong> forma global y equilibrada.<br />
La poca fe, si se prefiere, también se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir como el fracaso <strong>de</strong> no aceptar las<br />
afirmaciones bíblicas según su valor genuino, el fracaso <strong>de</strong> no creerlas totalmente. Tomemos a<br />
alguien que <strong>de</strong> repente se ha encontrado con problemas, se ha visto sometido a prueba por las<br />
circunstancias. ¿Qué <strong>de</strong>bería hacer? Debería acudir a la Biblia y <strong>de</strong>cirse: "Debo tomar las<br />
afirmaciones <strong>de</strong> este Libro exactamente como son". Todo lo que hay en nosotros por naturaleza,<br />
y también el diablo que hay fuera <strong>de</strong> nosotros, harán todo lo posible para impedirnos que lo<br />
hagamos. Nos dirán que estas afirmaciones estuvieron <strong>de</strong>stinadas sólo a los discípulos, y que no<br />
son para nosotros. Algunos, como hemos visto, incluso <strong>de</strong>jarían todo el Sermón <strong>de</strong>l Monte para<br />
los discípulos, o lo consi<strong>de</strong>rarían apropiado para los que vivirán en algún reino futuro.<br />
Otros dicen que estuvo bien para los primeros cristianos que acababan <strong>de</strong> pasar por<br />
Pentecostés, pero que ahora el mundo ha cambiado. Estas son las sugerencias que nos llegan.<br />
Pero yo lo rechazo todo. Hemos <strong>de</strong> leer la Biblia y <strong>de</strong>cirnos a nosotros mismos: "Todo lo que<br />
voy a leer aquí se me dice a mí, y si hay algo en mí que correspon<strong>de</strong> a lo que dijo acerca <strong>de</strong> ellos,<br />
quiere <strong>de</strong>cir que soy fariseo. También estas promesas fueron hechas para mí. Dios no cambia;<br />
sigue siendo exactamente como era hace dos mil años, y todas estas cosas son absolutas y<br />
eternas!' Debo, pues, acudir a la Biblia y recordar que sólo así la tomo a ella y a su enseñanza como<br />
es, en su contexto, que sé que me están hablando. No <strong>de</strong>bo <strong>de</strong>scartarla <strong>de</strong> ninguna forma.<br />
Tengo que tomar la Biblia por lo que es. 'Poca fe' quiere <strong>de</strong>cir que fracasamos en hacer todo esto<br />
como <strong>de</strong>beríamos.<br />
Debemos pasar, sin embargo, a algo que es todavía más práctico. 'Poca fe' en realidad