13.06.2013 Views

CAPÍTULO XXXI - iglesia bautista getsemani de montreal

CAPÍTULO XXXI - iglesia bautista getsemani de montreal

CAPÍTULO XXXI - iglesia bautista getsemani de montreal

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

món genuinamente evangelístico sin volver a sentirse acusado <strong>de</strong> pecado. No me cabe duda <strong>de</strong><br />

que el sentir <strong>de</strong>bería ser: "Casi experimenté que pasé por ello una vez más; experimenté que<br />

estaba pasando <strong>de</strong> nuevo por todo el proceso". Ésta es la verda<strong>de</strong>ra reacción. En el mensaje,<br />

siempre hay un aspecto <strong>de</strong> convicción <strong>de</strong> pecado; y si <strong>de</strong>scubrimos que no reaccionamos <strong>de</strong> esta<br />

forma porque ya en una ocasión nos refugiamos en la gracia, nos encontramos en la situación<br />

que conduce a este trágico autoengaño. En otras palabras, la pregunta <strong>de</strong>finitiva es ésta: ¿Qué le<br />

pasa al alma? Quizá recuer<strong>de</strong>n la famosa historia acerca <strong>de</strong> William Wilberforce y <strong>de</strong> la mujer<br />

que acudió a él en el punto culminante <strong>de</strong> su campaña contra la esclavitud y le dijo, "Sr.<br />

Wilberforce, ¿y qué le pasa al alma?" Y el Sr. Wilberforce se volvió a la mujer y le dijo, "Señora,<br />

casi había olvidado que tenía alma". Esta pobre mujer se acercó a Wilberforce a hacerle la<br />

pregunta vital y el gran hombre dijo que estaba tan preocupado por la liberación <strong>de</strong> los esclavos<br />

que casi había olvidado su alma. Pero, con todo el respeto <strong>de</strong>bido a esa persona, la mujer tenía<br />

razón.<br />

Claro que quizá también ella fue una persona entremetida; pero no hay prueba <strong>de</strong> que<br />

fuera así. Probablemente, la mujer vio que estaba frente a un excelente hombre cristiano, que<br />

realizaba una labor extraordinaria. Sí, pero también cayó en la cuenta <strong>de</strong>l peligro que acechaba a<br />

un hombre así, a saber, estar tan absorbido en la cuestión <strong>de</strong>l abolicionismo que llegara a olvidar<br />

su propia alma. Alguien pue<strong>de</strong> estar tan ocupado predicando en pulpitos que llegue a olvidar y<br />

<strong>de</strong>scuidar su propia alma. Después <strong>de</strong> haber asistido a todas las reuniones, haber acusado al<br />

comunismo hasta casi per<strong>de</strong>r la voz, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberse ocupado <strong>de</strong> toda esa apologética,<br />

<strong>de</strong>splegado una maravilloso conocimiento <strong>de</strong> teología y una gran comprensión <strong>de</strong> los tiempos,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber leído todas las traducciones <strong>de</strong> la Biblia, y haber <strong>de</strong>mostrado habilidad en el<br />

conocimiento <strong>de</strong> su mecánica, todavía pregunto: "¿Qué me <strong>de</strong>cís <strong>de</strong> vuestra relación con el Señor<br />

Jesucristo?" Sabéis mucho más que hace un año; pero ¿lo conocéis mejor a Él? Levantáis la voz<br />

contra muchas cosas malas; pero ¿lo amáis más a Él?<br />

Vuestro conocimiento <strong>de</strong> la Biblia y <strong>de</strong> sus traducciones ha llegado a ser sorpren<strong>de</strong>nte, y<br />

os habéis convertido en expertos en apologética; pero ¿obe<strong>de</strong>céis a la ley <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong> Cristo<br />

cada vez más? ¿Se manifiesta cada vez una mayor evi<strong>de</strong>ncia en vuestra vida el fruto <strong>de</strong>l Espíritu?<br />

Éstas son las preguntas. "No todo el que dice: Señor, Señor" (y hace mucho milagros), "sino el<br />

que hace la voluntad <strong>de</strong> mi Padre que está en los cielos". Examinémonos a nosotros mismos y<br />

tomemos tiempo para hacerlo con <strong>de</strong>talle. ¿Deseamos realmente conocerlo? Pablo dice que<br />

prácticamente se había olvidado <strong>de</strong> todo lo <strong>de</strong>más. Ninguna otra cosa le preocupaba: "A fin <strong>de</strong><br />

conocerle, y el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> su resurrección..!' (Fil. 3:10). Se olvidaba <strong>de</strong> todo lo pasado, y se<br />

afanaba por esto —por 'conocerle', y ser 'semejante a Él'—. Si algo ocupa el lugar <strong>de</strong> esto,<br />

estamos en el camino equivocado. Todas las <strong>de</strong>más cosas son medio para conducirnos al<br />

conocimiento <strong>de</strong> Él, y si nos contentamos con los medios, éstos mismos nos apartan <strong>de</strong> Él. Dios<br />

nos libre <strong>de</strong>l peligro <strong>de</strong> permitir que los medios <strong>de</strong> gracia oculten al bendito Salvador.<br />

***

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!