CAPÍTULO XXXI - iglesia bautista getsemani de montreal
CAPÍTULO XXXI - iglesia bautista getsemani de montreal
CAPÍTULO XXXI - iglesia bautista getsemani de montreal
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>CAPÍTULO</strong> XXXV<br />
Oración: Adoración<br />
Llegamos ahora a la sección siguiente <strong>de</strong>l Padrenuestro; la que se ocupa <strong>de</strong> nuestras peticiones.<br />
'Padre nuestro que estás en los cielos': ésta es la invocación. A continuación vienen las<br />
peticiones: 'santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así<br />
también en la tierra. El pan nuestro <strong>de</strong> cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras <strong>de</strong>udas,<br />
como también nosotros perdonamos a nuestros <strong>de</strong>udores. Y no nos metas en tentación, más<br />
líbranos <strong>de</strong>l mal! Se ha <strong>de</strong>batido mucho en cuanto a si las peticiones son seis o siete. La<br />
respuesta <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> si se consi<strong>de</strong>ra la última afirmación 'Líbranos <strong>de</strong>l mal' como petición<br />
separada, o si hay que tomarla como parte <strong>de</strong> la petición anterior y leerlo así: 'no nos metas en<br />
tentación mas líbranos <strong>de</strong>l mal'. Es uno <strong>de</strong> esos puntos (al igual que otros en la fe cristiana), que<br />
no se pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>cidir, y acerca <strong>de</strong> los cuales no se pue<strong>de</strong> ser dogmático. Afortunadamente para<br />
nosotros, no es un punto vital, y Dios no quiera que uno <strong>de</strong> nosotros llegara a absorberse tanto en<br />
la parte mecánica <strong>de</strong> la Biblia, y le <strong>de</strong>dicara tanto tiempo, que no alcanzara a ver el espíritu y lo<br />
que es importante. Lo vital no es <strong>de</strong>cidir si hay seis o siete peticiones en el Padrenuestro, sino<br />
más bien percibir el or<strong>de</strong>n en el cual se presentan. Las tres primeras —Santificado sea tu nombre.<br />
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra— se refieren a<br />
Dios y a su gloria; las otras se refieren a nosotros mismos. Es <strong>de</strong> notar que las tres primeras<br />
peticiones contienen el posesivo 'tu', y se refieren a Dios. Sólo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esto se introduce la<br />
palabra 'nosotros': 'El pan nuestro <strong>de</strong> cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras <strong>de</strong>udas, como<br />
también nosotros perdonamos a nuestros <strong>de</strong>udores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos <strong>de</strong>l<br />
mal! Este es el punto neurálgico —el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> las peticiones, no el número. Las tres primeras se<br />
refieren sólo a Dios y a su gloria.<br />
Pero observemos otra cosa que es <strong>de</strong> importancia vital, la proporción <strong>de</strong> las peticiones.<br />
No sólo nuestros <strong>de</strong>seos y peticiones respecto a Dios <strong>de</strong>ben ocupar el primer lugar, sino que hay<br />
que advertir también que la mitad <strong>de</strong> las peticiones se refieren a Dios y a su gloria y sólo el resto<br />
se ocupa <strong>de</strong> nuestras necesida<strong>de</strong>s y problemas particulares. Claro que si nos interesamos por los<br />
números bíblicos — interés que quizá no habría que suprimir por completo, si bien pue<strong>de</strong><br />
convertirse en peligroso cuando <strong>de</strong>ja <strong>de</strong>masiado paso a la fantasía— veremos, a<strong>de</strong>más, que las<br />
tres primeras peticiones se refieren a Dios, y que tres es siempre el número <strong>de</strong> la divinidad <strong>de</strong><br />
Dios, sugiriendo las tres benditas Personas <strong>de</strong> la Trinidad. De la misma forma, cuatro es siempre<br />
el número <strong>de</strong> la tierra y se refiere a todo lo que es humano. Hay cuatro bestias en los cielos en el<br />
libro <strong>de</strong> Apocalipsis, y así sucesivamente. Siete, que es el resultado <strong>de</strong> tres más cuatro, equivale<br />
siempre al número perfecto cuando vemos a Dios en su relación a la tierra, y Dios en su relación<br />
con los hombres. Así podría ser en esta oración; nuestro Señor quizá la elaboró específicamente<br />
para hacer resaltar esos aspectos maravillosos. No po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>mostrarlo. Pero <strong>de</strong> todos modos el<br />
concepto básico que hay que captar es éste: no importan las circunstancias y las condiciones en<br />
que nos encontremos; la clase <strong>de</strong> <strong>de</strong>seos que surjan en nosotros; nunca <strong>de</strong>bemos comenzar por<br />
nosotros mismos, nunca <strong>de</strong>bemos comenzar por nuestras propias peticiones.<br />
Este principio tiene vigencia incluso cuando nuestras peticiones alcanzan su nivel más<br />
elevado. Incluso la preocupación que tengamos por la salvación <strong>de</strong> las almas, incluso la<br />
preocupación que tengamos para que Dios bendiga la predicación <strong>de</strong> la Palabra, incluso la<br />
preocupación que tengamos para que aquellos que nos son más queridos sean verda<strong>de</strong>ros<br />
cristianos. Ni siquiera estas cosas <strong>de</strong>ben ocupar el primer lugar. Y mucho menos <strong>de</strong>bemos<br />
comenzar con nuestras propias circunstancias y condiciones.