El Cielo y el Infierno
El Cielo y el Infierno
El Cielo y el Infierno
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>El</strong> <strong>Ci<strong>el</strong>o</strong> y <strong>el</strong> <strong>Infierno</strong> o la Justicia Divina según <strong>el</strong> Espiritismo - Allan Kardec<br />
Víctor<br />
<strong>El</strong> guía d<strong>el</strong> médium:<br />
“Los sufrimientos que se tienen durante una encarnación terrestre, no siempre son un<br />
castigo. Los espíritus que por la voluntad de Dios vienen a cumplir una misión en la Tierra, como <strong>el</strong><br />
que acaba de comunicarse a vosotros, son f<strong>el</strong>ices cuando sufren los males que para otros serían una<br />
expiación. Durante <strong>el</strong> sueño van a refrescar su espíritu cerca d<strong>el</strong> Altísimo, y Éste les da la fuerza<br />
para soportarlo todo para su mayor gloria. La misión de este espíritu, en su última existencia, no era<br />
una misión brillante. Pero aunque haya sido oscura, no por eso ha tenido menos mérito, porque no<br />
podía ser estimulado por <strong>el</strong> orgullo. Tenía desde luego que cumplir un deber de reconocimiento<br />
hacia la que fue su madre. Debía enseguida demostrar que en los malos centros pueden encontrarse<br />
almas puras, de sentimientos nobles y <strong>el</strong>evados, y que con la voluntad se puede resistir a todas las<br />
tentaciones. Ésta es una prueba de que las cualidades tienen una causa anterior, y su ejemplo no<br />
habrá sido estéril.”<br />
La Sra. Anais Gourdon<br />
Joven, notable por la dulzura de su carácter y por la más eminentes cualidades morales,<br />
murió en noviembre de 1860. Pertenecía a una familia de trabajadores en las minas de carbón de las<br />
cercanías de Saint Etienne, circunstancia importante para apreciar su posición como espíritu.<br />
Evocación.<br />
R. Aquí estoy.<br />
P. Vuestro esposo y vuestro padre me han pedido que os llamara. Estarían muy satisfechos<br />
si obtuviesen una comunicación vuestra.<br />
R. Me alegro mucho de poderla dar.<br />
P. ¿Por qué habéis sido arrebatada tan joven al afecto de vuestra familia?<br />
R. Porque terminaba mis pruebas terrestres.<br />
P. ¿Los vais a ver algunas veces?<br />
R. ¡Oh! Estoy a menudo a su lado.<br />
P. ¿Sois f<strong>el</strong>iz como espíritu?<br />
R. Soy f<strong>el</strong>iz, espero, aguardo, amo. Los ci<strong>el</strong>os no me causan terror, y aguardo con confianza<br />
y amor que las blancas alas me empujen.<br />
P. ¿Qué entendéis por blancas alas?<br />
R. Entiendo venir a ser espíritu puro, y resplandecer como los mensajeros c<strong>el</strong>estes que me<br />
deslumbran.<br />
Las alas de los áng<strong>el</strong>es, arcáng<strong>el</strong>es y serafines, que son espíritus puros, no son evidentemente sino un<br />
atributo imaginado por los hombres, para pintar la rapidez con que se transportan, porque su naturaleza etérea<br />
no necesita de ningún sostenimiento para recorrer los espacios.<br />
Pueden, sin embargo, aparecer a los hombres con este accesorio, para responder a su pensamiento,<br />
como otros espíritus toman la apariencia que tenían en la Tierra para hacerse reconocer.<br />
P. ¿Vuestros parientes pueden hacer algo que os sea agradable?<br />
R. Pueden estos seres queridos no entristecerme con su pesar, pues saben que no me he<br />
perdido para <strong>el</strong>los, que mi pensamiento les sea dulce, ligero y perfumado de su recuerdo. He pasado<br />
como una flor, y nada triste debe quedar de mi rápido pasaje.<br />
P. ¿En qué consiste que vuestro lenguaje es tan poético y tan poco en r<strong>el</strong>ación con la<br />
posición que teníais en la Tierra?<br />
R. Mi alma es la que habla. Sí, tenía conocimientos adquiridos, y muchas veces permite<br />
Página 123