El Cielo y el Infierno
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<strong>El</strong> <strong>Ci<strong>el</strong>o</strong> y <strong>el</strong> <strong>Infierno</strong> o la Justicia Divina según <strong>el</strong> Espiritismo - Allan Kardec<br />
Mientras que en la Naturaleza todo se encadena, todo nos demuestra una admirable ley de unidad,<br />
en la cual todos los <strong>el</strong>ementos, que sólo son transformaciones unos de otros, tienen su lazo de<br />
unión. Esta teoría es verdadera, en <strong>el</strong> sentido de que estos tres términos evidentemente existen, sólo<br />
que es incompleta. Faltan en <strong>el</strong>la los puntos de contacto, como es fácil de demostrar.<br />
4. Estos tres puntos culminantes de la Creación son, afirma la iglesia, necesarios a la<br />
armonía d<strong>el</strong> conjunto. Si hay uno solo de menos, la obra es incompleta y no está conforme con la<br />
sabiduría eterna. Sin embargo, uno de los dogmas fundamentales de la r<strong>el</strong>igión declara que la<br />
Tierra, los animales, las plantas, <strong>el</strong> sol, las estr<strong>el</strong>las, la misma luz, han sido creados y sacados de la<br />
nada, hace 6.000 años. Antes de esta época no había, pues, ni criatura humana ni criatura corporal.<br />
Durante la pasada eternidad, la obra divina era, por tanto, imperfecta. La fijación de la edad d<strong>el</strong><br />
Universo en seis mil años es un artículo de fe tan capital, como que hace pocos años que la ciencia<br />
fue anatematizada porque destruía la cronología bíblica, probando la alta antigüedad de la Tierra y<br />
de sus habitantes.<br />
Sin embargo, <strong>el</strong> Concilio de Letrán, concilio ecuménico que hace ley en materia de<br />
ortodoxia, afirma: Nosotros creemos firmemente que no hay más que un solo Dios verdadero,<br />
eterno e infinito, <strong>el</strong> cual, al principio d<strong>el</strong> tiempo, sacó a la vez de la nada una y otra criatura, la<br />
espiritual y la corporal. <strong>El</strong> principio d<strong>el</strong> tiempo no puede entenderse sino de la eternidad<br />
transcurrida, porque <strong>el</strong> tiempo es infinito como <strong>el</strong> espacio, no tiene principio ni fin. Esta expresión:<br />
<strong>el</strong> principio d<strong>el</strong> tiempo, es una figura que implica la idea de una anterioridad ilimitada.<br />
<strong>El</strong> concilio de Letrán cree, pues, firmemente que las criaturas espirituales y las criaturas<br />
corporales han sido formadas simultáneamente y sacadas conjuntamente de la nada, en una época<br />
indeterminada en <strong>el</strong> pasado. ¿Qué viene a ser, pues, <strong>el</strong> texto bíblico que fija esta creación en 6.000<br />
años antes de nuestros días? Admitiendo que sea éste <strong>el</strong> principio d<strong>el</strong> Universo visible, no es<br />
seguramente <strong>el</strong> d<strong>el</strong> tiempo. ¿A quién hemos de creer, al concilio o a la Biblia?<br />
5. <strong>El</strong> mismo concilio formula, además, una extraña proporción. Nuestra alma, sostiene,<br />
igualmente espiritual, está asociada al cuerpo de manera que no forma con él más que una sola y<br />
misma persona, y tal es esencialmente su destino. Si <strong>el</strong> destino esencial d<strong>el</strong> alma es <strong>el</strong> de estar unida<br />
al cuerpo, esta unión constituye su estado normal, es su objeto, su fin, puesto que tal es su destino.<br />
Sin embargo, <strong>el</strong> alma es inmortal y <strong>el</strong> cuerpo es mortal. Su unión con <strong>el</strong> cuerpo no tiene lugar más<br />
que una sola vez, según la iglesia, y aunque tal unión fuese de un siglo, ¿qué sería esto en<br />
comparación de la eternidad? Mas para un gran número, es apenas de algunas horas, ¿de qué<br />
utilidad puede ser para <strong>el</strong> alma esta unión efímera? Cuando en la eternidad la más larga duración es<br />
un tiempo imperceptible, ¿será exacto decir que su destino es permanecer esencialmente ligada al<br />
cuerpo? Esta unión no es en realidad más que un incidente, un punto en la vida d<strong>el</strong> alma, y no en su<br />
estado esencial.<br />
Si <strong>el</strong> destino esencial d<strong>el</strong> alma es estar unida a un cuerpo material, si por su naturaleza y<br />
según <strong>el</strong> objeto providencial de su creación esta unión es necesaria para las manifestaciones de sus<br />
facultades, es preciso concluir que sin <strong>el</strong> cuerpo, <strong>el</strong> alma humana es un ser incompleto. Peropara<br />
quedar como es, por su destino, después de haber dejado un cuerpo, es necesario que vu<strong>el</strong>ta a tomar<br />
otro, lo que nos conduce a la pluralidad forzosa de las existencias, o, dicho de otra manera, a la<br />
reencarnación perpetua. Es verdaderamente extraño que un concilio que se tiene como una de las<br />
lumbreras de la iglesia, haya confundido hasta ese punto <strong>el</strong> ser espiritual y <strong>el</strong> ser material, que no<br />
pueden de ningún modo existir <strong>el</strong> uno sin <strong>el</strong> otro, pues la condición esencial de su creación es <strong>el</strong><br />
estar unidos.<br />
6. <strong>El</strong> cuadro jerárquico de los áng<strong>el</strong>es nos enseña que muchas categorías tienen, en sus<br />
atribuciones, <strong>el</strong> gobierno d<strong>el</strong> mundo físico y de la Humanidad, y que fueron creadas con este fin.<br />
Pero, según <strong>el</strong> Génesis, <strong>el</strong> mundo físico y la Humanidad sólo hace 6.000 años que existen. ¿Qué<br />
hacían, pues, estos áng<strong>el</strong>es antes de ese tiempo, durante la eternidad, puesto que <strong>el</strong> objeto de sus<br />
ocupaciones no existía? ¿Los áng<strong>el</strong>es fueron creados de toda eternidad? Así debe ser, puesto que<br />
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