El Cielo y el Infierno
El Cielo y el Infierno
El Cielo y el Infierno
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>El</strong> <strong>Ci<strong>el</strong>o</strong> y <strong>el</strong> <strong>Infierno</strong> o la Justicia Divina según <strong>el</strong> Espiritismo - Allan Kardec<br />
2. Vuestra respuesta nos haría suponer que la evocación podría hacerse en cualquier<br />
momento.<br />
R. Sí, su alma está unida a su cuerpo por lazos materiales, pero no por lazos espirituales.<br />
Puede desprenderse siempre.<br />
3. Evocación de Carlos de San G...<br />
R. Soy un pobre espíritu ligado a la Tierra, como un pájaro por una pata.<br />
4. En vuestro estado actual, como espíritu, ¿tenéis conciencia<br />
de vuestra nulidad en este mundo?<br />
R. Ciertamente, reconozco bien mi cautiverio.<br />
5. Cuando vuestro cuerpo duerme y vuestro espíritu se desprende, ¿tenéis las ideas tan<br />
lúcidas como si estuvieseis en un estado normal?<br />
R. Cuando mi desgraciado cuerpo descansa, soy un poco más libre para <strong>el</strong>evarme hacia <strong>el</strong><br />
ci<strong>el</strong>o, a donde aspiro ir.<br />
6. ¿Experimentáis como espíritu un sentimiento penoso por vuestro estado corporal?<br />
R. Sí, puesto que es un castigo.<br />
7. ¿Os acordáis de vuestra existencia precedente?<br />
R. ¡Oh! Sí, es la causa de mi destierro de ahora.<br />
8. ¿Cuál era esa existencia?<br />
R. Un joven libertino en tiempos de Enrique III.<br />
9. Decís que vuestra condición actual es un castigo. ¿No la habéis, pues, <strong>el</strong>egido?<br />
R. No.<br />
10. ¿Cómo puede servir vuestra existencia actual a vuestro ad<strong>el</strong>anto, en <strong>el</strong> estado de nulidad<br />
en que estáis?<br />
R. No es nula para mí, ante Dios que me la ha impuesto.<br />
. 11. ¿Prevéis la duración de vuestra existencia actual?<br />
R. No. Después de algunos años, volveré a mi patria.<br />
12. Desde vuestra precedente existencia hasta vuestra encarnación actual, ¿qué habéis hecho<br />
como espíritu?<br />
R. Por lo mismo que era un espíritu ligero, Dios me ha encarc<strong>el</strong>ado.<br />
13. En vuestro estado de vigilia, ¿tenéis conciencia de lo que pasa alrededor vuestro, a pesar<br />
de la imperfección de vuestros órganos?<br />
R. Veo, oigo, pero mi cuerpo no comprende ni ve nada.<br />
14. ¿Podemos hacer algo que os sea útil?<br />
R. Nada.<br />
A san Luis:<br />
15. ¿Las oraciones por un espíritu encarnado, pueden tener la misma eficacia que para un<br />
espíritu errante?<br />
R. Las oraciones son siempre buenas y agradables a Dios. En la situación de este pobre<br />
espíritu no pueden servirle para nada, le servirán más tarde, porque Dios las tomará en cuenta.<br />
Esta evocación confirma lo que siempre se ha dicho sobre los idiotas. Su nulidad moral no depende de la<br />
nulidad d<strong>el</strong> espíritu, quien abstracción hecha de sus órganos. goza de todas sus facultades. La imperfección de<br />
los órganos no es sino un obstáculo a la libre manifestación de los pensamientos, no los aniquila. Este es <strong>el</strong> caso<br />
de un hombre vigoroso cuyos miembros estuviesen atados.<br />
Instrucción de un espíritu sobre los idiotas y los imbéciles dada a la Sociedad de París:<br />
Los imbéciles son seres castigados en la Tierra por <strong>el</strong> mal uso que han hecho de sus poderosas<br />
facultades. Su alma está encarc<strong>el</strong>ada en un cuerpo cuyos órganos impotentes no pueden expresar<br />
sus pensamientos. Este mutismo moral y físico es uno de los más cru<strong>el</strong>es castigos terrestres.<br />
Página 214