02.05.2014 Views

El Cielo y el Infierno

El Cielo y el Infierno

El Cielo y el Infierno

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>El</strong> <strong>Ci<strong>el</strong>o</strong> y <strong>el</strong> <strong>Infierno</strong> o la Justicia Divina según <strong>el</strong> Espiritismo - Allan Kardec<br />

La Sra. <strong>El</strong>ena Mich<strong>el</strong><br />

Joven de veinticinco años, muerta súbitamente en algunos minutos, en su habitación, sin<br />

sufrimiento y sin causa conocida. Era rica, un poco frívola, y a consecuencia de la ligereza de su<br />

carácter se ocupaba más de las bagat<strong>el</strong>as de 1a vida que de las cuestiones serias. A pesar de esto, su<br />

corazón era bueno. Era dulce, benévola y caritativa.<br />

Evocada, tres días después de su muerte, por personas que la habían conocido, se expresó<br />

así:<br />

“No sé dónde estoy... ¡Qué turbación me cerca!... Me habéis llamado, y vengo... No<br />

comprendo por qué no estoy en mi casa... Se me llora como si estuviera ausente, y no puedo<br />

hacerme reconocer de todos <strong>el</strong>los... Mi cuerpo no me pertenece, y sin embargo, lo siento frío,<br />

h<strong>el</strong>ado... Quiero dejarlo y estoy como sujeta. Vu<strong>el</strong>vo a él siempre. Soy dos personas... ¡Oh!<br />

¿Cuándo comprenderé lo que me pasa? Es preciso que vu<strong>el</strong>va allá... ¿Qué sería de mi otro yo,<br />

estando ausente? ... Adiós.”<br />

<strong>El</strong> sentimiento de la dualidad, que no está aún destruido por una separación completa, es aquí evidente.<br />

Carácter poco serio, su posición de fortuna, permitiéndole satisfacer sus caprichos, debió favorecer sus<br />

tendencias a la ligereza. No es, pues, de extrañar que su desprendimiento haya sido poco rápido, y que tres días<br />

después de su muerte se sintiese todavía ligada a su envoltura corporal. Pero como no había en <strong>el</strong>la ningún vicio<br />

grave, y como en <strong>el</strong> fondo era buena, esta situación no tenía nada que fuese penoso y no duró mucho tiempo.<br />

Evocada nuevamente algunos días después, sus ideas habían cambiado bastante. He aquí lo que dijo:<br />

“Gracias por haber orado por mí. Reconozco la bondad de Dios, que me ha evitado los<br />

sufrimientos y <strong>el</strong> temor d<strong>el</strong> momento de separarse mi espíritu de mi cuerpo. A mi pobre madre le<br />

costará mucho resignarse, pero será auxiliada, y lo que a sus ojos es una terrible desgracia, era<br />

indispensable a fin de que las cosas d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o viniesen a ser para <strong>el</strong>la lo que deben ser: todo. Yo<br />

estaré a su lado hasta <strong>el</strong> fin de su prueba terrestre, y le ayudaré a soportarla. No soy desgraciada,<br />

pero tengo todavía mucho que hacer para ad<strong>el</strong>antar hacia la mansión de la bienaventuranza. Rogaré<br />

a Dios me permita volver a esta Tierra, porque tengo que reparar <strong>el</strong> tiempo que he perdido en esta<br />

existencia. Que la fe os sostenga, amigos míos. Tened confianza en la eficacia de la plegaria cuando<br />

sale verdaderamente d<strong>el</strong> corazón. Dios es bueno.”<br />

P. ¿Habéis estado mucho tiempo sin reconoceros?<br />

R. He comprendido mi muerte <strong>el</strong> mismo día en que habéis rogado por mí.<br />

P. Este estado de turbación, ¿era de sufrimiento?<br />

R. No, no sufría, creía soñar y esperaba despertarme. Mi vida no estuvo exenta de dolores,<br />

pero todo ser encarnado en la Tierra debe sufrir. Me he resignado a la voluntad de Dios, y me lo ha<br />

tomado en cuenta. Os estoy muy agradecida por las oraciones que me han ayudado a reconocerme.<br />

Gracias, volveré siempre con placer. Adiós.<br />

<strong>El</strong>ena<br />

<strong>El</strong> marqués de Saint-Paul<br />

Muerto en 1860, evocado a petición de su hermana, miembro de la sociedad de<br />

París, <strong>el</strong>16 de mayo de 1861<br />

1. Evocación.<br />

R. Heme aquí.<br />

Página 127

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!