La igualdad de género como principio democrático - Universidad de ...
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Conclusiones 135<br />
En esta Tercera parte se recogen las contradicciones que Seyla<br />
Benhabib encuentra en el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> autonomía y en la perspectiva moral<br />
formal, tanto en su versión clásica <strong>como</strong> en la teoría <strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong> J.<br />
Habermas en Theorie <strong>de</strong>s Komunikativen Han<strong>de</strong>ls, <strong>de</strong> Rawls en A<br />
Theory of Justice y en la ética universalista <strong>de</strong> Kohlberg.<br />
<strong>La</strong> crítica feminista le permite a Benhabib ampliar la abstracción<br />
<strong>de</strong> la razón formal, que i<strong>de</strong>ntifica <strong>como</strong> única la visión moral <strong>de</strong> los<br />
varones burgueses que la construyeron, con la visión moral dirigida al<br />
otro concreto que Gilligan consi<strong>de</strong>ra predominante en las mujeres.<br />
Introduce así la pluralidad en una razón que pasa <strong>de</strong> monológica a<br />
dialógica. Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista político, propone ampliar la<br />
<strong>igualdad</strong> legal <strong>como</strong> constitutiva <strong>de</strong>l Estado Democrático con la<br />
creación <strong>de</strong> un espacio público, en el ámbito civil, en el que<br />
dialógicamente los individuos ejerzan realmente <strong>como</strong> ciudadanos,<br />
progresando hacia relaciones sociales más <strong>de</strong>mocráticas.<br />
Sin embargo la <strong>igualdad</strong> y la libertad siguen justificándose a<br />
priori <strong>como</strong> <strong>principio</strong>s constitutivos <strong>de</strong> esta razón dialógica,<br />
<strong>de</strong>terminante <strong>de</strong> la moralidad. El sujeto aparece <strong>de</strong>finido a priori <strong>como</strong><br />
sujeto <strong>de</strong> discurso. Se establece así, a priori, una <strong>de</strong>marcación entre los<br />
sujetos dignos que argumentan sujetándose a las normas <strong>de</strong>l “discurso<br />
racional” y los que no son capaces <strong>de</strong> argumentar dialógicamente, que<br />
quedan excluidos <strong>de</strong> la dignidad moral.<br />
El mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong> Dewey y la <strong>igualdad</strong> <strong>de</strong> género que<br />
propone, permite superar la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la <strong>igualdad</strong> con la<br />
i<strong>de</strong>ntidad formal en un ámbito público que se sitúa al margen <strong>de</strong> los<br />
condicionantes que singularizan a los individuos en el ámbito privado.<br />
Sin embargo la superación <strong>de</strong> la oposición no consiste en convertir lo<br />
personal en político, regulando todos los ámbitos <strong>de</strong> la existencia<br />
humana, tampoco consiste en renunciar al reconocimiento legal <strong>de</strong> los<br />
<strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l individuo. Mantiene la diferencia entre la sociedad civil<br />
y el Estado político, pero consi<strong>de</strong>ra que no es el Estado político el que<br />
<strong>de</strong>termina a priori la <strong>igualdad</strong> y la libertad social sino que son las