La igualdad de género como principio democrático - Universidad de ...
La igualdad de género como principio democrático - Universidad de ...
La igualdad de género como principio democrático - Universidad de ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
30 <strong>La</strong> <strong>igualdad</strong> <strong>de</strong> género <strong>como</strong> <strong>principio</strong> <strong>de</strong>mocrático: un estudio <strong>de</strong> J. Dewey<br />
método <strong>de</strong> puro pensamiento, no nos proporciona ningún medio para<br />
pasar <strong>de</strong>l pensamiento a la existencia” 30 .<br />
Como alternativa histórica, surgió el empirismo con F. Bacon,<br />
que es el primero que afirma que la mente humana <strong>de</strong>be convertirse en<br />
un espejo para reflejar la realidad. J. Locke toma esta i<strong>de</strong>a y consi<strong>de</strong>ra<br />
que existe, más allá <strong>de</strong> la razón, un objeto incognoscible que causa<br />
nuestras percepciones. De acuerdo con Dewey: “En contraste al<br />
método intelectualista que comienza con conceptos supuestos, por<br />
estar fundados y confeccionados por la mente humana, empieza por<br />
las percepciones impresas en una tabla rasa” 31 . El empirismo parte<br />
sin embargo <strong>de</strong>l mismo presupuesto racionalista, la razón es pura y<br />
trascen<strong>de</strong>nte a los objetos y por tanto no pue<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>rlos. <strong>La</strong><br />
sustancia incognoscible <strong>de</strong> Locke, que servía <strong>de</strong> fundamento objetivo<br />
a las sensaciones, <strong>de</strong>saparece en G. Berkeley y D. Hume llevará a sus<br />
últimas consecuencias el planteamiento empirista. Puesto que los<br />
objetos <strong>de</strong> conocimiento se <strong>de</strong>finen <strong>como</strong> externos a la razón, es<br />
imposible el conocimiento <strong>de</strong>l objeto, sólo se conocen los fenómenos,<br />
que son consi<strong>de</strong>rados <strong>como</strong> i<strong>de</strong>as que la conciencia recibe<br />
pasivamente <strong>de</strong> la sensibilidad. Puesto que las i<strong>de</strong>as sensibles son<br />
recibidas en la razón por una causa externa, son ajenas a cualquier tipo<br />
<strong>de</strong> legalidad, se consi<strong>de</strong>ran ciegas, y su “relación” se explica <strong>como</strong><br />
una mera asociación <strong>de</strong>bida al azar o a la costumbre “cada percepción<br />
es una existencia separada” dice Hume y aña<strong>de</strong>: “<strong>La</strong>s sensaciones son<br />
puramente contingentes, acci<strong>de</strong>ntales y externas en sus relaciones” 32 .<br />
El racionalismo y el empirismo, en última instancia, parten <strong>de</strong>l<br />
mismo presupuesto que les impi<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r en qué consiste el<br />
conocimiento <strong>de</strong>l objeto. Ambas teorías parten <strong>de</strong> una lógica formal<br />
que aplica el <strong>principio</strong> <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad para <strong>de</strong>terminar lo real. Al<br />
consi<strong>de</strong>rar lo real <strong>como</strong> lo idéntico, lo aíslan, consi<strong>de</strong>rando la relación<br />
30 Dewey, J. “Kant and Philosophic Method”, EW (1884), I, 35.<br />
31 Dewey, J. “Kant and Philosophic Method”, EW (1884), I, 35.<br />
32 Dewey, J. “Kant and Philosophic Method”, EW (1884), I, 36.