Pago por Servicios Ambientales y Comunidades Rurales. - UNAM
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D. El Marco Institucional y Políticas de Gobierno y de la Sociedad Civil 13<br />
El ajuste estructural llegó a ser la política rectora del estado mexicano, y puede señalarse como<br />
un parámetro indicativo de la dramática reducción del gasto público la caída de un 75% en los<br />
recursos presupuestales destinados al campo a lo largo de las últimas dos décadas, llegando a<br />
representar sólo el 4.8% del gasto programable en 1999 a nivel federal. (AMUCSS, ANEC, et<br />
al.).<br />
Con respecto al campo, se definieron dos programas principales. La Alianza para el Campo fue<br />
destinado a los productores rurales considerados viables para la promoción de la inversión,<br />
mientras el PROCAMPO estuvo focalizado en un padrón de productores de menos viabilidad<br />
económica y es un subsidio directo basado en el área de cultivo de granos básicos. Fue el<br />
principal destino del presupuesto de egresos del campo, llegando a más de mil millones de<br />
dólares anuales, según el Presupuesto de Egresos 2000. Vale mencionar que programas<br />
destinados a la reforestación, en forma de plantaciones de parte de inversionistas medianos y<br />
grandes, también llegaron a formularse.<br />
Instituciones y programas<br />
Con el establecimiento de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE) en 1988 el<br />
gobierno mexicano comenzó a reconocer la im<strong>por</strong>tancia estratégica del cuidado de los recursos<br />
naturales, primero con un enfoque de contrastar los factores de aumento de la contaminación del<br />
agua y aire, y, desde la creación del Instituto Nacional de Ecología (INE) en 1988, la ampliación<br />
del mandato para incluir la conservación de los recursos naturales. 14 Los principales esfuerzos<br />
para la conservación fueron restrictivos del uso de los recursos naturales a través de reservas y<br />
vedas. Más de 500 parques nacionales designados en el papel durante el siglo pasado llegaron a<br />
ocupar hasta la mitad del territorio nacional, pero hoy se reconocen 111 áreas protegidas,<br />
cubriendo casi el 10% del territorio, como la pieza clave de la política ambiental mexicana. 15<br />
Desde 1977, México comenzó a experimentar con un concepto más integral de áreas protegidas<br />
en las cuales se reconocieron algunos derechos de los pobladores que se encuentran viviendo en<br />
ellas. En ese año, se estableció la Reserva de Montes Azules, en Chiapas, como la primera de<br />
una serie dentro de la iniciativa del UNESCO, “Man and the Biosphere”. Inclusive, en la<br />
planeación de las Areas Naturales Protegidas (ANP) más recientemente han aparecido estrategias<br />
de promoción de pagos <strong>por</strong> servicios ambientales, como forma de financiar los costos del<br />
gobierno en vigilancia, señalización, etc. (Gómez-Pompa y Kaus, 1998)<br />
Como efecto de la Cumbre de la Tierra en 1992 se dio impulso a la integración de la política<br />
ambiental dentro de una secretaría de estado. La Secretaría de Medio Ambiente, Recursos<br />
Naturales y Pesca (SEMARNAP), creada en 1995, representó un esfuerzo <strong>por</strong> racionalizar los<br />
13 Ver Anexo II para un cuadro de dependencias gubernamentales relacionadas a políticas ambientales.<br />
14 Por ejemplo, antes de 1988 no había evaluación de los impactos ambientales en los programas gubernamentales.<br />
15 En 1994 Areas Naturales Protegidas tuvo un presupuesto de aproximadamente US$3 millones; en 2000, es de<br />
US$157 millones.<br />
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