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Descargar PDF - Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

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122 - Popular el paraíso: la AAO en El Cabrito<strong>de</strong>l siguiente modo su especificidad: “No consi<strong>de</strong>raba las obras en sí mismas<strong>de</strong>masiado po<strong>de</strong>rosas. Pero cuando tuve la ocasión <strong>de</strong> trabajar más prolongadamenteen Austria, como profesor <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> verano <strong>de</strong> Salzburgoen 1983, lo comprendí: era necesario hacerlo. Es una sociedad tan increíblementeclerical, conservadora; ¡qué digo! Literalmente fascista. Era necesarioque lo hicieran. Por esto es por lo que he tenido <strong>de</strong>spués a los accionistasvieneses en alta estima”. 14Esta necesidad es la que da sentido histórico y político a aquellas obras,pero es también la que limita y condiciona su <strong>de</strong>sarrollo como práctica artística.Una situación que se agrava en el caso <strong>de</strong> Muehl 15 y que, <strong>de</strong> hecho,sigue condicionando hasta hoy los equívocos en la interpretación <strong>de</strong> su actividad.La lectura más habitual en la “institución arte” sigue insistiendo en elvalor implícitamente político <strong>de</strong> su obra. 16 Su evolución <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la pintura <strong>de</strong>acción hasta la acción corporal supondría el paso <strong>de</strong> lo formal y autónomo alo social y heterónomo, para a continuación, y como consecuencia lógica <strong>de</strong>esta dinámica, abandonar el arte para entregarse a una experiencia creativacolectiva <strong>de</strong> carácter revolucionario. Esta interpretación, que vamos a <strong>de</strong>nominar“heroica”, preten<strong>de</strong> mantener activo el discurso mítico <strong>de</strong> la vanguardiay viene corroborada, <strong>de</strong> una parte, por algunos hechos históricos ciertamentebochornosos como el acoso policial, la censura y la criminalización judicial<strong>de</strong> los accionistas durante los 60. Mientras que, <strong>de</strong> otra, estaría legitimadateóricamente por el carácter transgresor <strong>de</strong> sus prácticas corporales dirigidas,en especial, contra los tabúes morales <strong>de</strong> tipo sexual. Lo que resulta sorpren<strong>de</strong>nte<strong>de</strong> esta versión es que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una pretendida –y hoy increíble, cuandono sospechosa− <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> los postulados <strong>Arte</strong>-Vida <strong>de</strong> los años sesenta, noparece verse afectada ni por los hechos, ni por los consiguientes <strong>de</strong>sarrollosteóricos sobre sexualidad y política.Por lo que respecta a lo que pasó, ya hemos visto que la disolución <strong>de</strong>la comuna estuvo marcada, aunque no motivada, por la con<strong>de</strong>na judicial <strong>de</strong>Muehl. 17 Cuando el MAK <strong>de</strong> Viena le <strong>de</strong>dique una antológica en el 2004 comoartista individual, como una figura que tras entregarse a las incertidumbres <strong>de</strong>la vida ha retornado al “mundo” <strong>de</strong>l arte, lo hará intentando mantener activoel viejo discurso <strong>de</strong> la transgresión. Otro tanto ha ocurrido en diversas exposicionesinternacionales, también en la celebrada en fecha reciente en nuestropaís. En la cubierta <strong>de</strong>l catálogo <strong>de</strong>l MAK en concreto, tras su nombre, troqueladoen forma <strong>de</strong> barras verticales, se adivinaban los ojos <strong>de</strong>l artista quehabía pasado una larga temporada en la cárcel, una escena que nos retrotraea los años <strong>de</strong> criminalización judicial <strong>de</strong>l accionismo. Ante una imagen comoésta resulta inevitable recordar que en efecto la historia se repite, pero siemprecomo parodia. El <strong>de</strong>lito <strong>de</strong>l que se le acusa, con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> que elpropio juicio pueda haber constituido en sí mismo otra escena <strong>de</strong> sainete, seconfundía en su interpretación mediática y sensacionalista con el <strong>de</strong> turismosexual. Sodoma y Gomera rezaba el titular <strong>de</strong> Der Stern que lanzó al mundola “escandalosa” noticia. 18 Lo cierto es que Muehl no ha sido encarcelado enesta ocasión como “artista” político, algo que era posible argumentar en losaños 60, sino que, <strong>de</strong> manera consecuente con su abandono <strong>de</strong>l arte, lo hasido por sus activida<strong>de</strong>s como ciudadano en la vida pública. Cabe la duda, por

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