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Descargar PDF - Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

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222 - La era <strong>de</strong> la discrepancia: aristas <strong>de</strong> un hito polémicopuntos <strong>de</strong> vista en reconstruir episodios <strong>de</strong>l arte crítico<strong>de</strong> los 60 y 70 en formatos <strong>de</strong> exhibición. Supongo queuno <strong>de</strong> los nudos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> esa reunión fue la pregunta<strong>de</strong> qué dispositivos críticos se pue<strong>de</strong>n poner enfuncionamiento no sólo en las publicaciones sino tambiénen las exposiciones ante el dilema <strong>de</strong> cómo ingresanal museo esos materiales. En tu conferencia fuistemuy explícito en que tu opción era por fetichizar esosrestos que habían quedado hasta ahora <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñados, incluso<strong>de</strong>struidos, por no tener ningún “valor” en el sistema<strong>de</strong>l arte. Pero me inquieta cómo manejaron este<strong>de</strong>venir-obra <strong>de</strong> cosas que hasta ahora no lo eran, queno tenían ni aspiraban a tener ese estatuto, sino queeran apenas fragmentos o registros <strong>de</strong> un momentoo un proceso irrepetible, una acción por ejemplo. Nosólo no eran pensadas como obra sino que inclusoeran antiobras o se ubicaban por fuera <strong>de</strong>l arte. Séque en el coloquio participó Suely Rolnik llevando elrelato <strong>de</strong> su propuesta curatorial en la Pinacoteca <strong>de</strong>São Paulo con el trabajo <strong>de</strong> Lygia Clark, las <strong>de</strong>cenas <strong>de</strong>entrevistas que realizó a “clientes” <strong>de</strong> Lygia para recuperarla potencialidad <strong>de</strong> la experiencia <strong>de</strong> las terapiascorporales que la artista llevaba a cabo. Aspiraba así areactivar una dimensión ante y con un público actualque con sólo ver los magros objetos que ella empleabaen sus terapias no hubiera comprendido nada <strong>de</strong>esa otra intensidad <strong>de</strong> la experiencia sensible.CM - Suely se llevó las orejas, el rabo y las patas <strong>de</strong>lcoloquio. Mónica Mayer llegó a sugerir que LEDLD,con todos sus <strong>de</strong>fectos y problemas, había valido lapena sólo por llevar a Suely a México a plantear esascuestiones. A mí me queda claro que Suely está tratando<strong>de</strong> reestablecer las potencialida<strong>de</strong>s micropolíticas<strong>de</strong> un trabajo que ya fue canonizado. O sea queella está <strong>de</strong>sandando el camino para reestablecer unsentido originario, que ha sufrido por el éxito <strong>de</strong> la canonización<strong>de</strong> Clark. Creo en cambio que las prácticasque nosotros mapeamos están en otro estadio <strong>de</strong> absorciónpor parte <strong>de</strong>l circuito cultural. Aun así el trabajo<strong>de</strong> Suely se instala en la mediación <strong>de</strong> la cultura, yque produce otro dispositivo <strong>de</strong> mediación. Ella estabapresentando un trabajo con los efectos subjetivos<strong>de</strong> la memoria. La apuesta ahí sigue siendo generarun mecanismo para activar aquella memoria <strong>de</strong>sactivada,obliterada, por intermedio <strong>de</strong> una representación:la entrevista en ví<strong>de</strong>o <strong>de</strong> los participantes <strong>de</strong> laexperimentación <strong>de</strong> Clark. Pero ese trabajo no es lapresentación <strong>de</strong> la cosa en sí: no es una reposición,sino otra estrategia <strong>de</strong> documentación.AL - Pero es que “la cosa” no tiene materialidad, o entodo caso sus restos materiales son apenas un fragmentoque no repone la <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> la experiencia.CM - Si uno no genera una religión compensatoriaen torno a la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> la cultura, entoncesestos dispositivos son los mecanismos a través <strong>de</strong>los cuales conseguimos generar las pilas voltaicas,las botellas en el mar y los vasos comunicantes <strong>de</strong>prácticas y experiencias que queremos proyectar alfuturo. El peligro es no llevar la fi<strong>de</strong>lidad al carácterradical <strong>de</strong> esa cultura a contribuir a confirmar sumarginalidad. La ambición <strong>de</strong> mantener intocado y<strong>de</strong>sincorporado al Verbo (por <strong>de</strong>cirlo <strong>de</strong> alguna manera,la negativa a construir iglesias porque se va adistorsionar el Evangelio) sería una posición <strong>de</strong>fendiblesi no fuera porque hay estructuras <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r ydominación internacionales en don<strong>de</strong> el centro nosven<strong>de</strong> su práctica <strong>de</strong>smaterializada radical como objeto<strong>de</strong> referencia, en <strong>de</strong>mérito <strong>de</strong> otras opciones nomenos radicales que no necesariamente optaron porla negativa a la práctica artística como tal.Todos los que hacemos investigación en estecampo somos resultado <strong>de</strong> un encuentro mediadocon el radicalismo cultural. Vi una vez en Londresuna grabación, quizá la única, <strong>de</strong> los conciertos <strong>de</strong>Popular Mechanics que en los ochenta improvisabaen Leningrado Sergei Kuryochin, mezclando orquestasclásicas, <strong>de</strong> jazz y rock, travestis, artistas <strong>de</strong> circo,etc. Llevo diez años asombrado por el hecho <strong>de</strong>que algo tan maravilloso, que distorsionaba creativamenteel proyecto <strong>de</strong>l in<strong>de</strong>terminismo a lo Cage,se hizo efectivo en forma <strong>de</strong> una energía concentradacontra la solemnidad y rigi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Brezhnev y supolitburó. Ciertamente, consumir ese testimonio noes acce<strong>de</strong>r a la experiencia viva, sino acercársele alnivel <strong>de</strong> los carroñeros y si quieres <strong>de</strong> los embalsamadores<strong>de</strong> momias. Necesitas el testimonio y elfetiche para hacer posible la memoria.Tan importante como ser fiel al carácter anti-material<strong>de</strong> ciertas prácticas, es que la cultura validadacontrarreste la geografía <strong>de</strong>l arte metropolitano.Quizá se dé el caso <strong>de</strong> que cuidar la fi<strong>de</strong>lidad al proyecto<strong>de</strong>l artista <strong>de</strong>smaterializado sea un segundomomento en esa tarea. Creo que Suely se planteacómo reintroducir y corregir el argumento sobreClark una vez que su reputación ya está establecida,y ella misma tuvo un rol en una primera etapa queincorporó a Lygia Clark en la historia <strong>de</strong>l arte inclusoa riesgo <strong>de</strong> fetichizarla. Rolnik estuvo asociada a lasexposiciones tempranas <strong>de</strong> Lygia Clark <strong>de</strong> principios<strong>de</strong> los años 90, tanto en el Witte <strong>de</strong> With como en laFundació Antoni Tàpies.Aquí (en Argentina) se vivió una fase consecuente<strong>de</strong> abolición <strong>de</strong>l arte y eso hace que estos <strong>de</strong>batessean tan elocuentes, pero en México eso no ocurrió,que yo sepa. Creo que realmente el único que <strong>de</strong>sbordóel marco <strong>de</strong>l arte fue Jodorowsky, en la medi-

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