20.07.2015 Views

Descargar PDF - Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

Descargar PDF - Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

Descargar PDF - Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

200 - La institucionalización <strong>de</strong> lo popularpersonalidad más flexible al museo. Ese maridaje entre museo <strong>de</strong> arte contemporáneoy escala urbana ha resultado, a la postre, más fructífero que el <strong>de</strong> lavinculación con lo nacional, ya que ése se ha venido abajo en picado.Esto me da pie a mí a volver a lo que antes apuntaba respecto a Yúdice y elrecurso <strong>de</strong> la cultura. Lo que hace Yúdice es utilizar el paradigma hei<strong>de</strong>ggerianoy aplicarlo a la cultura. Comienza con un mo<strong>de</strong>lo biológico <strong>de</strong> la diversidad,argumentando que hay que mantener una apariencia <strong>de</strong> diferencia, <strong>de</strong>heterogeneidad, pero luego se olvida completamente <strong>de</strong> las implicacionesserias que tiene dicha analogía con los recursos naturales, tal como quedanreflejadas en la Agenda21 <strong>de</strong> la cultura, en el año 2001, al <strong>de</strong>cir que el <strong>de</strong>rechoa la cultura es lo mismo que un <strong>de</strong>recho humano y hay que preservarloigual que se preservan las reservas ecológicas. Ahí tenemos, otra vez, unsolapamiento <strong>de</strong> esferas que constituye, <strong>de</strong> alguna manera, la esclavizaciónmás mo<strong>de</strong>rna que tenemos ante nosotros. Hay un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> explotaciónque nos <strong>de</strong>vuelve a una situación anterior a la <strong>de</strong>l proletariado <strong>de</strong>l siglo XIX.En esto, Teresa Brennan, que <strong>de</strong>safortunadamente ya ha fallecido, <strong>de</strong>cía quehoy en día los recursos naturales se explotan como se explotaba el proletariadoantes <strong>de</strong>l siglo XIX, sin preguntarles nada. De alguna manera en la culturase repite y reconfigura aquella posición <strong>de</strong>l capitalismo temprano queexplota a un proletariado sin límite horario, sin distinción <strong>de</strong> si son niños,mujeres, ancianos, un capitalismo que finalmente se vio <strong>de</strong>sbordado por lasluchas obreras.Pero no es sólo eso; casi al contrario, el <strong>de</strong> hoy es un capitalismo que haaprendido la lección muy rápidamente, que ha aprendido <strong>de</strong> todo aquel trabajocooperativo necesario para organizar una cierta resistencia, constituyendoeso que todos los pos-fordistas y todos los pos-operaístas llaman la fábricasocial. Ahora la fábrica no está encerrada en cuatro muros sino que está enla sociedad entera. Todo lo que ocurre ahí, <strong>de</strong> alguna manera, constituye unfenómeno productivo. Pero, ¡caray!, los que somos protagonistas no lo po<strong>de</strong>mosexplicar. Es por eso que yo insisto en mantener un poco <strong>de</strong>spiertos lossentidos para ver qué tipo <strong>de</strong> operaciones cognitivas hay <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las dinámicas<strong>de</strong> lo popular. Esta analogía con la explotación <strong>de</strong>l recurso <strong>de</strong> la culturacon los recursos naturales tiene una imagen hasta vulgar, <strong>de</strong> lo evi<strong>de</strong>nte quees en el Hall <strong>de</strong> la Turbina <strong>de</strong> la Tate Mo<strong>de</strong>rn, una antigua fábrica <strong>de</strong> energíatransformada, otra vez, en fábrica <strong>de</strong> energía pero cuya materia prima ya noes el carbón, o lo que fuera en su día, sino que es la gente, el entusiasmo, elsimple transitar.Lo vemos en el Hall <strong>de</strong> la Turbina <strong>de</strong> la Tate y se hace muy visible en la primerainstalación <strong>de</strong> Olafur Eliasson, aquella <strong>de</strong> The weather project, un semicírculo<strong>de</strong> tubos fluorescentes, un espejo reflectante como los que hay en algunas discotecasy un poquito <strong>de</strong> neblina, nada más. En seis meses generó dos millones<strong>de</strong> visitantes. Pero lo que me <strong>de</strong>cía Olafur Eliasson cuando le preguntaba quéimplicaciones tenía aquello era: no lo sé, yo lo único que sé, es que <strong>de</strong> repenteel papel higiénico <strong>de</strong> los servicios se agotaba, el contestador <strong>de</strong>l museo echabachispas, las reservas <strong>de</strong>l restaurante no daban abasto, las existencias <strong>de</strong> la libreríase agotaban rápidamente. Se trataba <strong>de</strong> la producción <strong>de</strong> entusiasmo a partir<strong>de</strong> nada material. Pero curiosamente, la operación lo que hace es traer <strong>de</strong>ntro

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!