08.04.2018 Views

La red oscura - Eduardo Casas Herrer

¿Qué es la web profunda (deep web) o red oscura (dark net)? ¿Hay que tenerles miedo? ¿Es, acaso, como pasear por los bajos fondos de una ciudad? ¿Hemos de cuidar nuestra confianza en la red? No solemos pararnos a pensar cómo funciona un motor de búsqueda de Internet y, precisamente, en su manera de actuar se encuentra su punto débil: la araña. Por mucho que se esfuerce el robot, hay lugares a los que no es capaz de llegar porque no está diseñado para ello. Y de esa red oscura a la que no puede acceder solo es visible el uno por ciento, el resto está escondido, como si de un iceberg se tratara. Negocios ilegales, tráfico de armas y de productos, muertes retransmitidas, pornografía infantil… conforman el lado negativo de Internet; un pozo sin fondo que se abre desde nuestras pantallas. El autor de este libro, miembro del Cuerpo Nacional de Policía, que lleva desde 2004 trabajando en la Unidad de Investigación Tecnológica (UIT), nos explica con notable claridad cómo persiguen sin tregua y sacan a la luz los delitos de ese universo desconocido de la red.

¿Qué es la web profunda (deep web) o red oscura (dark net)? ¿Hay que
tenerles miedo? ¿Es, acaso, como pasear por los bajos fondos de una
ciudad? ¿Hemos de cuidar nuestra confianza en la red?
No solemos pararnos a pensar cómo funciona un motor de búsqueda de
Internet y, precisamente, en su manera de actuar se encuentra su punto
débil: la araña. Por mucho que se esfuerce el robot, hay lugares a los que no
es capaz de llegar porque no está diseñado para ello. Y de esa red oscura a
la que no puede acceder solo es visible el uno por ciento, el resto está
escondido, como si de un iceberg se tratara.
Negocios ilegales, tráfico de armas y de productos, muertes retransmitidas,
pornografía infantil… conforman el lado negativo de Internet; un pozo sin
fondo que se abre desde nuestras pantallas. El autor de este libro, miembro
del Cuerpo Nacional de Policía, que lleva desde 2004 trabajando en la
Unidad de Investigación Tecnológica (UIT), nos explica con notable claridad
cómo persiguen sin tregua y sacan a la luz los delitos de ese universo
desconocido de la red.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

el descaro del mundo. Fue significativo el caso de un chaval de trece años que ofrecía<br />

tres mil euros para acabar con la vida de su profesora, hasta que la BIT lo identificó y<br />

comunicó los hechos, que acabaron con la expulsión del menor y la preocupación de<br />

sus padres.<br />

En conclusión, no es fácil contratar a un asesino a sueldo por Internet, a pesar de<br />

los muchos anuncios que haya en foros especializados en ello de la <strong>red</strong> TOR.<br />

EL OSCURO MUNDO DE LO INDECENTE<br />

No podemos acabar un capítulo dedicado a la muerte en Internet sin dar un paseo por<br />

alguna de las mentiras más elaboradas que han existido, una vez apartados los falsos<br />

casos de snuff de los que hemos hablado anteriormente. Uno de los más sonados fue<br />

la web Manbeef.com, que se podía traducir como «hombre ternera» y que prometía la<br />

venta de carne… de seres humanos. En su web, que se lanzó en 2001, se podían ver<br />

los blisters que ofrecía con costillas, chuletas de pierna, etc. Todo muy limpio y<br />

aséptico, tanto que se podían confundir con despiece de cerdo en lugar de hombre.<br />

Cada tipo de corte tenía su precio y su peso correspondiente. Sus misteriosos<br />

promotores contaban que obtenían la carne de personas «en buen estado de salud» de<br />

diferentes lugares del globo, aunque no había forma alguna de adquirirla a través de<br />

su página. Tan solo se podían adquirir mercaderías relacionadas, como camisetas o<br />

tazas. Llegó a tener medio millón de visitas diarias y, en los foros más retorcidos, los<br />

clientes potenciales buscaban alguna manera de conseguir unos trocitos para la<br />

barbacoa doméstica. Tal fue el revuelo que el Departamento de Alimentos y Medicina<br />

de los Estados Unidos, el equivalente a nuestro Ministerio de Sanidad, lanzó una<br />

investigación en profundidad que determinó que, de hecho, no se vendía carne<br />

humana por ningún sitio. Abrumados por el sorpresivo éxito, los webmasters salieron<br />

a la luz. Eran dos jóvenes, Chris Ellerby y Joseph Mallett, cuyo propósito tan solo<br />

había sido provocar a los internautas más sensibles, aunque en realidad lo que<br />

consiguieron fue poner en evidencia a un montón de tipos deseosos de convertirse en<br />

caníbales sin riesgo alguno.<br />

www.lectulandia.com - Página 88

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!