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narración es al mismo tiempo un escrito publicitario y la primera pieza literaria del
primitivo cristianismo que se puede incluir en la literatura de su tiempo.
Lucas habla de «narración» (en griego diḗgēsis) cuando piensa en su Evangelio y de
«logos» cuando tiene ante los ojos el mensaje que ha salido de Dios y que Jesús ha
anunciado a los hombres y mujeres. Pero a ese logos lo califica de «lógos paraklḗseōs»,
«palabra de gozo, palabra de aliento» (cf. Hch 13,15). La esencia de nuestro hablar de
Dios debe ser, según esto, consolar, fortalecer, animar.
Y Lucas llama a la Palabra de Dios «lógos tês sōterías», es decir: palabra de
salvación, palabra de redención, de santificación. Por eso, solo hablamos adecuadamente
de Dios cuando nuestras palabras son palabras que sanan y salvan. Pero en esta
expresión hay todavía más. Sōtería puede significar «conservación y mantenimiento de
la esencia interior». La palabra que Lucas predica por encargo de Jesús es una palabra
que defiende nuestro ser interior y lo protege de adulteraciones. Es una palabra que salva
comunicando conocimiento. La palabra nos arranca del estado de sueño y de
inconsciencia.
Si nos aplicamos esta Palabra de Dios, esto significa lo siguiente: diciendo palabras
que reflejan el espíritu de Jesús, defendemos a los hombres y mujeres contra las palabras
e interpretaciones falsas y engañosas que oyen a su alrededor. Protegemos su verdadera
esencia. La Palabra de Dios concuerda con su más íntimo ser. Nuestro lenguaje pretende
defender y guardar el misterio del ser humano y de su alma.
Junto al concepto «logos», Lucas utiliza frecuentemente la palabra griega ‘rêma.
Rêma es a la vez «palabra» y «acontecimiento». Es una palabra que acontece, que se
hace realidad. Heinrich Schlier opina que rêma significa el acontecer «desde luego, en
cuanto, como acontecimiento, interpela a las personas» (Schlier 857). Rêma tiene
siempre carácter dialogal. Dios nos habla siempre en palabras y en hechos. Los pastores,
tras el nacimiento de Jesús, se dirigen a Belén con estas palabras: «Vayamos, pues, a
Belén y veamos esta palabra acontecida, que el Señor nos ha anunciado» (Lc 2,15,
traducción de Grundmann).
Rêma es una palabra que se hace suceso. La palabra alemana Ereignis [suceso,
acontecimiento] procede de Eräugnis. Es una palabra que se ha hecho visible y que
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