08.10.2022 Views

EL ARTE DE HABLAR Y DE CALLAR. Por una nueva cultura del lenguaje - Anselm Grun

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

pecadores. Sacrificio les suena inmediatamente a «expiación» y les vienen pensamientos

tales como «¿Tan malo soy que Jesús tuvo que morir con una muerte tan cruel para

expiar mis pecados?».

Para mí, esas palabras son imágenes que abren una ventana al misterio de la muerte

de Jesús. Pero no las relaciono con un sacrificio sangriento de expiación, sino con el

aspecto de amor y entrega. El discurso sobre el sacrificio es solo una imagen con la que

expreso el misterio de la cruz. Hay otras imágenes que son mucho más importantes: la

cruz es consumación del amor; en la cruz nos abraza Jesús con todas nuestras

contradicciones. El Evangelio de Juan relaciona la imagen de la cruz con la imagen de la

serpiente de bronce. La cruz es, según esto, una imagen que habla de la curación de

nuestras heridas.

No debemos rechazar ninguna imagen de la Biblia. Pero es tarea nuestra poner ante

los ojos a las personas la riqueza de imágenes, a fin de que puedan dar de mano a la

fijación en la imagen que les resulte amenazadora.

No es fácil sacar a la gente de la cabeza viejas imágenes hirientes. Muchos

sacerdotes intentan entonces quitar hierro a las oraciones litúrgicas. Pero, de esa manera,

con frecuencia se abre la puerta a la banalidad y la sosería. Sería cometido del que

preside la liturgia crear con su propio lenguaje una atmósfera de lo santo y de la gracia

misericordiosa. En esa atmósfera adquieren su justificación incluso las palabras de

pecado y de culpa. Ya no tienen un efecto inculpatorio sino liberador. Apuntan a una

realidad que efectivamente también existe en nosotros: que vivimos superficialmente y

que llevamos dentro sentimientos de culpa. La referencia a este dato no tendría entonces

un efecto de carga sino de alivio. Pero estaría bien interpretar esas palabras también en el

sermón. Entonces se podrían tratar y eliminar viejos patrones de vida.

La liturgia vive de ritos. Estos ritos van unidos a palabras que los interpretan.

Muchas veces las palabras establecidas no se bastan por sí solas para explicar los ritos de

tal modo que la gente pueda entenderlos. De aquí que sea cometido nuestro explicar los

viejos ritos de tal manera que la gente pueda entenderlos y pueda experimentar en ellos

que se trata de ritos que sanan, ritos que hacen bien, que abren un nuevo horizonte y que

nos ponen en contacto con la fuerza sanante y liberadora de Jesucristo.

60

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!