A07nterno:ACTAORDINIS 16/5/07 16:36 Page 4848 AN. CXXVI – IANUARII-APRILIS 2007 – FASC. I9. Informe al encuentro con la Conferenciade Ministros provinciales deEspaña y PortugalSevilla, 17.04.2007Objetivos del encuentroEl Capítulo provincial 2003 pidió que elDefinitorio general se encontrase, al menosuna vez en el sexenio, con las distintas Conferenciasde la Orden. Este deseo pasó anuestra renovada legislación. En los EstatutosGenerales se dice: “ A fin de que la participaciónen el régimen de la Orden y laconsulta sean más eficaces, reúnanse enconsejo al menos una vez en el sexenio elMinistro y los Definidores generales concada una de las Conferencias” (art. 193).Los mismos Estatutos Generales señalanlos objetivos de dicho encuentro:• “Comunicar las cuestiones más importantesdel régimen y de la dirección detoda la Orden y dialogar sobre las mismas;• Tratar los asuntos relacionados con la vidade los hermanos, las relaciones entrelas entidades, la sólida unión entre loshermanos y promover la participación delos bienes en el ámbito de toda la Orden.• Consultar convenientemente sobre laerección, los límites, la unión o la supresiónde las entidades de la Conferencia;• Proponer consultas y determinar cómohan de modificarse éstas en las eleccionesque hay que hacer en el Capítulo general”(art. 193 a-d).Todos estos objetivos se pueden sintetizaren el deseo de una mayor acercamientoentre el Definitorio general y las Conferencias,y, como consecuencia, un mayor conocimientode la realidad concreta de nuestrasentidades por parte del Definitorio general,y una mejor sintonía por parte de lasProvincias y Custodias con las directricesque vienen del Gobierno general. En la basede este nuevo artículo de los EstatutosGenerales está el deseo profundo de hacercamino juntos: el Definitorio general conlas entidades y las entidades con el Definitoriogeneral.Estoy convencido que este encuentro delMinistro y Definitorio general con la CON-FRES ayudará a todo ello.El VIII Centenario de la fundación de nuestraOrdenEste encuentro tiene lugar dentro delmarco de la celebración de la gracia de losorígenes, proyecto con el cual los HermanosMenores de la Fraternidad universalnos estamos preparando, desde el 2006, paraconmemorar, en el 2009, los 800 años dela fundación de nuestra Fraternidad; o, loque es lo mismo, los 800 años de la aprobaciónde la Protorregla.Un proyecto, como bien sabemos, contres objetivos principales, en tres momentos:discernir (2006), proyectar (2007), celebrar(2008-2009). Tres objetivos y tresmomentos que no pueden separarse entreellos, pues se complementan. Sin discernirno se puede proyectar, y sin proyecto no sepuede celebrar.DiscernirEl proceso de profunda renovación (refundación)que nos proponemos con el proyectola gracia de los orígenes arranca deldiscernimiento. Es necesario, pues, situarnosen una actitud de constante discernimientode nuestra vida y misión, tal y comonos pide el documento final del Capítulogeneral extraordinario, El Señor nos hablaen el camino (=Shc): discernir y verificarnuestra misión (cf. Shc 33); discernir nuestravida y nuestras prácticas en el seno denuestra fraternidad (cf. Shc 35); discernirnuestro ser fraternidad-en-misión (cf Shc48); discernir en cada entidad las orientacionesque nos han venido del Capítulo generalextraordinario más adecuadas para supropio crecimiento (cf. Shc 49/3); discerniry evaluar constantemente nuestras formasde comunicación (cf. Shc 50), discernir yevaluar nuestros ministerios (cf. Shc 51).Somos “mendicantes de sentido” (Shc33). Nos encontramos inmersos en “un procesoque busca la actualización de nuestrocarisma a tono con los desafíos de un cambiode época” (Shc 1). En este contexto, laIglesia nos invita a una fidelidad creativa
A07nterno:ACTAORDINIS 16/5/07 16:36 Page 49EX ACTIS MINISTRI GENERALIS49que comporta, entre otras cosas, reproducircon audacia la creatividad y la santidad deFrancisco (Vita consecrata =VC) 37), comorespuesta evangélica a los signos de lostiempos (cf. El Señor te dé la paz =Sdp, 6).La Iglesia nos pide “escudriñar nuevos caminosde actuación del Evangelio” (VC 84),y la Orden nos urge a “volver a lo esencialde nuestra experiencia de fe y de nuestra espiritualidad”(Sdp 2), y a tener “la osadía deensayar caminos inéditos de presencia ytestimonio” (Shc 33).Hermanos en camino, “peregrinos y extranjeros”(2R 6, 2; Test 24), el discernimientose hace necesario para ofrecer un intentode respuesta evangélica y franciscanaa las preguntas de nuestros contemporáneos“sobre el sentido de la historia, de laexistencia y de la vida”, preguntas que sontambién las nuestras (cf. Shc 6).¿Qué hemos hecho en el campo del discernimientoen el 2006, primera etapa delcamino jubilar de la Orden? ¿Qué estamosdispuestos a hacer como Orden, como Conferencia,como Provincias y Custodia? Laresponsabilidad de un discernimiento serenoy desde la fe –se trata siempre de un discernimientocreyente-, basado en el Evangelio,en la Regla, en las Constituciones generales,y en las Prioridades de la Orden,no admite dilaciones, ni delegaciones. Esuna responsabilidad que hemos de asumir,en primera persona, los Ministros, Vicariosy demás miembros del Definitorio, ya seageneral que provincial. A nosotros correspondeponernos, y poner a los hermanos, enactitud de escucha y lectura de los signos delos tiempos. A nosotros corresponde el ponernosy poner a los hermanos en actitud depreguntarse: “Señor, ¿qué quieres que haga?”(TC 6), “hermanos, ¿qué hemos de hacer?(Hch 2, 37), y de crear las condicionespara poder dar una respuesta adecuada.Tengo la impresión de que muchas vecesnos dejamos llevar de la inercia, del “mañanaya veremos”, o del “ya lo harán los quevengan”. Tengo la impresión de que nos damiedo asumir el discernimiento como dinámicade la vida, por la inseguridad que ellocomporta. Tengo la impresión de que, juntoa hermanos que desean caminar al paso delas exigencias del momento actual, son muchoslos hermanos que han cedido a la tentacióndel cansancio, de la rutina, y de la resignación,ante un futuro que se nos echaencima. En este contexto corresponde a losMinistros y sus Definitorios sembrar esperanzaen el corazón de tales hermanos y decrear condiciones de futuro para nuestra vidafranciscana, para lo cual es imprescindibleel discernimiento. Sin discernimientono puede haber futuro. Esto es válido tambiéna nivel de Conferencia. No podéis considerarosmeros administradores, sino verdaderosanimadores.ProyectarDesde el discernimiento, y como consecuenciade él, estamos llamados, no sólo arecordar y contar la hermosa y gran historiadel franciscanismo ibérico escrita desde el1214, con la venida de Francisco a España,hasta nuestros días, sino también a proyectarnoshacia el futuro, a poner los ojos en él,hacia el que el Espíritu nos impulsa para seguirhaciendo con nosotros cosas grandes,y, de este modo, seguir construyendo unagran historia (cf. VC 110). Es justo mirar alpasado con gratitud (cf Novo millennioineunte=NMI, 1). Es bueno mantener vivala memoria, pues sin historia y sin memoriano podemos tener futuro. La memoria y lahistoria son para nosotros lo que las raícespara un árbol. Pero esa memoria y esa historiano pueden impedirnos el que nos proyectemos,el que nos lleve a abrazar el futurocon esperanza, lo cual supone vivir elpresente con pasión (cf. NMI 1), o, para estardentro del tema de este año, el que osemosvivir el evangelio.Si el presente depende del discernimientoque hagamos sobre nuestra vida y misióna la luz de los “signos de los tiempos y delos lugares”, el futuro está condicionado porel presente y, más concretamente, por la capacidady la osadía que tengamos para vivirel Evangelio. Esto significa, en primerlugar, asumir el Evangelio como criteriofundamental del discernimiento personal yfraterno. Preguntado Francisco por Bernardo¿qué hemos de hacer?, el Poverello responde:“entremos mañana de madrugada en