acta ordinis fratrum minorum - OFM

A07nterno:ACTAORDINIS 16/5/07 16:36 Page 53EX ACTIS MINISTRI GENERALIS53En cuanto a la formación ya señalé losaspectos positivos que constato en las entidadesde la CONFRES. Sólo os pido que noos canséis, y que también en este camposeáis creativos, como lo habéis sido en elpasado, sobre todo en el campo de la formaciónpermanente. Atención al cansancioque puede estar entrando en el corazón delos hermanos. En cuanto a los estudios ospido que la Conferencia no baje la guardia.Necesitamos hermanos bien preparados entoda clase de disciplinas. La gran tradiciónintelectual de la Conferencia no puede venira menos.Sembrando para que otros cosechenEl nuestro es tiempo de siembra. Tal veznos hubiera gustado más que fuese tiempode recolección, pero no, es tiempo de trabajarla tierra, muchas veces llena de maleza opuro pedregal, y depositar la semilla en lohondo del surco con la esperanza de que undía la semilla pueda brotar y se puedan recogerlos frutos.No podemos ni queremos ocultar que noes este el mejor momento de CONFRES.Como el resto de la vida consagrada peninsular–y no sólo-, compartimos síntomas decrisis: disminución numérica, pocas vocaciones,abandono de presencias que hastaayer nos parecían muy significativas... Elfranciscanismo ibérico sufre momentos decrisis con todo lo que de negativo la crisistiene, pero también con todo lo que tiene deoportunidad. Una oportunidad que nospuede ayudar a centrarnos en lo esencial,aunque para ello haya que dejar lo urgente.Una oportunidad que nos puede ayudar apasar de lo bueno a lo mejor, aunque paraello necesitemos morir a tantas “seguridades”y, a veces, tengamos la impresión dequedarnos a la intemperie. Una oportunidadque nos puede ayudar a optar por unavida franciscana apasionada y encendidaque, a pesar de un cierto cansancio y mediocridadque se palpan en el ambiente, noestá dispuesta a dejarse apagar, a metersedebajo del celemín o a amordazarse, renunciandoa su mejor condición profética ymística.No, no será el momento mejor de la vidafranciscana en la Península Ibérica, pero estoyconvencido que tampoco es el peor. Elnuestro es el tiempo de Dios, es el tiempodel Espíritu. Toca a nosotros convertir elkronos en kairós. ¿Cómo es posible dar estesalto de calidad? El Capítulo general extraordinarionos ofrece el camino. No podemosacercarnos a la realidad sólo desde unavisión meramente sociológica, aunque estasea también necesaria. Necesitamos acercarnosa nuestra realidad personal y fraternadesde la fe: “Para interpretar la vida no bastala cercanía a la realidad, es preciso mirarlacon ojos de fe, es decir, vivirla desde unarelación profunda con Dios, con su Palabra”(Shc 14).La fe mueve montañas. Los creyentescomo Abrahán, nuestro padre en la fe, comoMaría, la mujer creyente, como Jesús, el autory consumador de nuestra fe, Francisco,humilde siervo de Cristo pobre y crucificado,todos fueron invitados, y en ellos tambiénnosotros lo somos, “a salir de la tierranativa, de la casa paterna”, a ponernos encamino “hacia la tierra que el Señor nosmostrará” (cf. Gn 12, 1). Es el momento,como recordaba en el Capítulo general extraordinario,de ejercitarnos en la fe, de movernosdesde la fe, de vivir de la fe. Sólo lafe nos permite ver que todo es gracia y queen todo se nos manifiesta el infinito amorque Dios nos tiene. Sin fe el hoy puede serun simple kronos terrible y de muerte. Encambio, iluminado por la fe el tiempo setransforma en kairós, en gracia y oportunidadde vida nueva, de cambio, de renovacióny refundación auténtica.El nuestro es un tiempo mágico y sublimeen el que juntos podemos dar un salto decalidad a nuestras vidas y misión, y en elque juntos podemos enfrentarnos a los retosmás urgentes que hoy se plantean a la Conferencia:el cuidado pastoral de las vocacionesy la colaboración.El cuidado pastoral de las vocacionesEl tema de la pastoral vocacional se presentecomo uno de los retos principales dela Conferencia. Que la Conferencia en estos