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Coetzee, J.M. – Infancia

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Está claro que el motivo de que su padre no sepa batear es que se crió<br />

en el Karoo, donde no se jugaba correctamente al críquet y no había<br />

manera de aprender. Lanzar es un asunto distinto. Se trata de un don:<br />

los lanzadores nacen, no se hacen.<br />

Su padre lanza muy lento, sin lograr que la bola gire sobre sí misma.<br />

Algunas veces le marcan un seis; otras, viendo cómo la bola avanza<br />

lentamente hacia él, el bateador pierde la cabeza, se menea como un<br />

salvaje, y es boleado. Ese parece ser el método de su padre: paciencia,<br />

astucia.<br />

El entrenador del equipo de Worcester es Johnny Wardle, que en los<br />

veranos del hemisferio norte juega al críquet para Inglaterra. Es una<br />

gran suerte que Johnny Wardle haya elegido venir aquí. Se dice que<br />

Wolf Heller ha mediado en el asunto, Wolf Heller y su dinero.<br />

Él se sitúa junto a su padre detrás de la red de práctica y observa cómo<br />

le lanza Johnny Wardle al bateador del primer equipo. Se supone que<br />

Wardle, un hombre increíblemente menudo, de pelo pajizo (aunque no<br />

tenga mucho), es un lanzador lento, pero cuando corre y descarga la<br />

bola él se sorprende de lo rápido que va. El bateador situado en la raya<br />

juega la pelota con relativa facilidad, dándole un golpe suave para<br />

enviarla a la red. Lanza otro, y vuelve a llegarle el turno a Wardle. El<br />

bateador golpea con suavidad la pelota y la manda fuera otra vez. El<br />

bateador no va ganando, pero tampoco el lanzador.<br />

Al final de la tarde se va a casa, decepcionado. Esperaba más de un<br />

choque entre el lanzador de Inglaterra y el bateador de Worcester.<br />

Esperaba presenciar un juego más misterioso, ver la pelota haciendo<br />

cosas raras en el aire y fuera del campo, suspendida y sumergiéndose y<br />

girando sobre sí misma, como se supone que consiguen los grandes<br />

lanzamientos lentos, según los libros de criquet que él lee. No se<br />

esperaba a un hombre bajito y parlanchín cuya única señal de distinción<br />

es que hace girar la bola tan rápido como él mismo cuando lanza lo más<br />

rápido que puede.<br />

Del criquet espera más de lo que Johnny Wardle ofrece. El criquet tiene<br />

que ser como Horacio y los etruscos, o como Héctor y Aquiles. Si Héctor<br />

y Aquiles hubieran sido simplemente dos hombres que se enfrentaron<br />

con la espada, no tendrían ningún interés. Pero no son tan solo dos<br />

hombres: son héroes poderosos y sus nombres están rodeados de<br />

leyenda. Se alegra cuando, al final de la temporada, expulsan a Wardle<br />

del equipo inglés.<br />

Naturalmente, Wardle lanza con una pelota de cuero. El no está<br />

familiarizado con la pelota forrada de cuero: juega con sus amigos con<br />

lo que ellos llaman una pelota de corcho, fabricada de un material duro

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