22.04.2013 Views

Coetzee, J.M. – Infancia

Coetzee, J.M. – Infancia

Coetzee, J.M. – Infancia

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

vienen extraños a casa, él y su hermano se escabullen como animales<br />

salvajes, y luego regresan a hurtadillas para ocultarse detrás de las<br />

puertas y fisgonear. También han practicado unos agujeros en el techo<br />

para poder espiar; trepan al tejado y miran lo que sucede en el salón<br />

desde arriba. Su madre se apura cuando oye el rumor de pies<br />

arrastrados. «Son solo niños jugando», explica con una sonrisa tensa.<br />

El huye de las conversaciones educadas porque sus fórmulas: «¿Cómo<br />

estás?», «¿Cómo te va en el colegio?», le desconciertan. Como no sabe<br />

cuáles son las respuestas correctas, farfulla y tartamudea como un<br />

tonto. Sin embargo, al final no se avergüenza de su salvajismo, de su<br />

impaciencia ante la insípida jerga de las conversaciones educadas.<br />

<strong>–</strong>¿Es que no puedes ser simplemente normal? <strong>–</strong>le pregunta su madre.<br />

<strong>–</strong>Odio a la gente normal <strong>–</strong>le responde acalorado.<br />

<strong>–</strong>Odio a la gente normal <strong>–</strong>repite como un eco su hermano.<br />

Su hermano tiene siete años y una sempiterna sonrisa nerviosa y<br />

tirante; en el colegio vomita de vez en cuando, sin razón aparente, y lo<br />

envían a casa.<br />

En lugar de amigos ellos tienen familia. La familia de su madre es la<br />

única gente del mundo que lo acepta más o menos como es. Lo aceptan<br />

<strong>–</strong>rudo, poco sociable, excéntrico<strong>–</strong> no solo porque si no lo aceptaran no<br />

podrían venir de visita, sino porque ellos también se criaron salvajes y<br />

rudos. La familia de su padre, por el contrario, los desaprueban a él y a<br />

la educación que le ha dado su madre. En su compañía se siente<br />

incómodo; tan pronto como puede huir de ellos empieza a burlarse de<br />

los tópicos de las buenas maneras («En hoe gaan dit met jou mammie?<br />

En met jou broer? Dis goed, dis goed!» ¿Cómo está tu madre? ¿Y tu<br />

hermano? ¡Bien!). Tampoco puede rehuirlos: si no participa en sus<br />

rituales no podrá ir de visita a la granja. Así que, muerto de vergüenza,<br />

despreciándose a sí mismo por su cobardía, se resigna. «Dit gaan goed<br />

<strong>–</strong>dice<strong>–</strong>. Dit gaan goed met ons almal.» Estamos todos bien.<br />

Sabe que su padre se pone del lado de su familia y en contra de él. Esa<br />

es una de las formas que tiene su padre de acercarse a su propia<br />

madre. Le da escalofríos pensar en la vida que tendría que afrontar si<br />

su padre llevara las riendas de la casa, una vida llena de fórmulas<br />

estúpidas y aburridas, que lo convertirían en un ser vulgar. Su madre<br />

es la única que se interpone entre él y una existencia que no podría<br />

soportar. Por eso, a la vez que le irritan su torpeza y su estupidez, se<br />

abraza a ella como a su única protectora. El es su hijo, no el hijo de su<br />

padre. Niega y detesta a su padre. No olvidará el día en que, hace dos<br />

años y por primera y única vez, su madre permitió a su padre<br />

enzarzarse con él, como un perro que se suelta de la correa («¡He<br />

llegado al límite, no puedo soportarlo más!»), y los ojos de su padre

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!