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RECOMENDACION N : 174<br />
TITULO: Recomendación sobre la repatriación de la gente de mar.<br />
AÑO: 1.987<br />
Por último, debemos consignar que desde el 26 de Enero de 1.982,<br />
en virtud del llamado NENiORANDUM DE PARIS, los Estados firmantes,<br />
entre los que se encuentra España, se comprometen a ejercer y<br />
facilitar la inspec ĉ ión de seguridad del 25 por 100 de los buques<br />
extranjeros que atraquen en sus muelles.<br />
Como observadores imparciales, podemos contrastar la existencia<br />
de una amplia reglamentación en materia de seguridad, dirigida,<br />
principalmente, hacia el buque con el objeto de evitar las grandes<br />
catástrofes. Se observa, a la par, grandes carencias que efectan a<br />
la Seguridad e Higiene en el Trabajo de los tripulantes y,<br />
aparentemente, una desidia en la vigilancia y control, por parte de<br />
quien corresponda, sobre la cumplimentación obligatoria de las<br />
normativas vigentes. Esta situación, trae como consecuencia una<br />
vigilancia sobre papeles del estado de la seguridad a bordo que no<br />
parece que sea efectiva y, en todo caso, sus resultados no lo son,<br />
como reconoce el Presidente de la Federación Nacional de Asociaciones<br />
de Personal Docente de los Institutos Politécnicos Merftimo-Pesqueros<br />
"... Entre tanto... radiobalizas que al estar trincadas no se<br />
disparan; balsas con sacos o cajas encima, cuando no trincadas con<br />
cabos; luces de cubierta encendidas a las entradas a puerto; máquinas<br />
en estado tal que nadie se explica ni como andan; repuestos<br />
inexistentes; personal con titulación inferior a la exigida por la<br />
normativa; cachondeos en los despachos, etc. Todo ello trae<br />
consigo...muertos y más muertos".<br />
Asf pues, es forzoso que nos preguntemos dónde se encuentran las<br />
razones verdaderas que ponen en marcha la macabra maquinaria del<br />
accidente en la mar. De los datos parece desprenderse una<br />
consecuencia que es preciso encarar: la razón última está en la<br />
lógica conforme a la cual se actúa. Si la lógica que impone su<br />
fuerza suprema es la del beneficio económico por encima de todo, y si<br />
esa lágica no es refrenada por la que da prioridad a la vida humana,<br />
los accidentes no serán sino un corolario inevitable. Y es que, en<br />
efecto, es más barato reemplazar a un trabajador accidentado o muerto<br />
que tomar las medidas necesarias para que el accidente sea, si no<br />
imposible, sí dificil. Ello podrfa conducir a la construcción de<br />
barcos en los que fuera más fácil vivir. A reducir las jornadas de<br />
trabajo, para que el agotámiento no facilitara el siniestro. A<br />
realizar severas inspecciones sobre la flota existente, determinado<br />
que buques están en condiciones y qué buques no están en condiciones<br />
de navegar. Todo lo cual tiene, sin duda, un oneroso coste económico<br />
y aquf está, en todo caso, el nudo de la cuestión.<br />
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