UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com
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Digitalizado por kamparina para Biblioteca-irc en Enero de 2.004<br />
http://biblioteca.d2g.<strong>com</strong><br />
yo?<br />
—Ni imaginarlo, señorita... Pero su culpabilidad no ha sido probada<br />
todavía. Recuérdelo. No formule, pues, juicios.<br />
La enfermera repuso pausadamente:<br />
—Fue ella. Aparte de otras muchas cosas, lo pude leer en su cara.<br />
Tenía una expresión extraña aquel día. Me hizo subir al primer piso y<br />
me tuvo allí largo rato. Cuando regresamos y encontramos muerta a<br />
Mary..., su rostro la denunció. Vi que ella se dio cuenta de que yo lo<br />
sabía.<br />
Hércules dijo pensativamente:<br />
—Es difícil, en efecto, creer que cualquier otra persona pudiera<br />
haberlo hecho. A menos que la misma Mary...<br />
—¿Quiere usted decir que se hubiera matado ella misma? ¿Cree, en<br />
serio, que Mary se suicidó? ¡Jamás he oído una tontería tan grande!<br />
Hércules dijo, sentencioso:<br />
—¡Quién sabe! ¡El corazón de las muchachas es tan sensible, tan<br />
tierno!<br />
Hizo una pausa y añadió:<br />
—¿Cree usted que no pudo ser posible? ¡Tal vez echó la droga en el<br />
té sin que ustedes se diesen cuenta!<br />
—¿Querrá usted decir en su propia taza?<br />
—Sí. Usted no estaría observándola todo el tiempo.<br />
—Desde luego que no. Admito que pudo hacerlo. Pero es<br />
incongruente esa idea. ¿Por qué había de hacer una cosa así?<br />
Hércules Poirot movió la cabeza con aire de duda. Replicó:<br />
—El corazón de las muchachas es tan sensitivo... Un amor<br />
contrariado, tal vez...<br />
La enfermera gruñó:<br />
—Las muchachas no se matan por contrariedades amorosas. Eso no<br />
lo hacen más que las hijas de familia... y Mary no lo era.<br />
Y miró agresiva al detective.<br />
Poirot preguntó:<br />
—¿No estaba enamorada?<br />
—Nada de eso. Era libre <strong>com</strong>o el aire. Le gustaba su empleo y vivía<br />
su vida...<br />
—Pero debía de tener admiradores, puesto que era una muchacha tan<br />
atractiva.<br />
La enfermera afirmó:<br />
—No era de esas muchachas que hacen cucamonas a todo el mundo.<br />
No. Era muy calladita y muy formal.<br />
—Pero, sin duda, debían de pretenderla muchos mozos del lugar...<br />
—Sí. Ted Bigland, por ejemplo...<br />
Poirot consiguió varios datos sobre Ted Bigland.<br />
—Estaba celosísimo por Mary —dijo la enfermera—. Pero, <strong>com</strong>o ya le<br />
dije a ella, no era suficiente partido.