UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com
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Digitalizado por kamparina para Biblioteca-irc en Enero de 2.004<br />
http://biblioteca.d2g.<strong>com</strong><br />
IV<br />
Roddy erraba por el jardín. Después de haber cruzado el césped y<br />
seguir una pista pavimentada, llegó al huerto vallado. Había gran<br />
cantidad de hortalizas y legumbres. Se preguntó si él y Elinor<br />
llegarían a vivir algún día en Hunterbury. A él le gustaba la vida<br />
campestre, pero tenía sus dudas respecto a Elinor... Tal vez ella<br />
prefiriera vivir en Londres...<br />
Era difícil conocer a fondo a Elinor. No manifestaba claramente lo que<br />
pensaba o sentía de las cosas. A él le gustaba esta condición de su<br />
novia. Odiaba a las personas que le confían a uno sus pensamientos y<br />
sus sentimientos, que le permiten a uno ahondar en un mecanismo<br />
interno. La reserva es siempre más interesante.<br />
Pensaba juiciosamente que Elinor era casi perfecta. Nada de ella<br />
molestaba ni ofendía. Era deliciosa a la vista, de agradable<br />
conversación... siempre la más encantadora de las <strong>com</strong>pañeras.<br />
Pensaba de sí mismo con satisfacción: «Soy el más afortunado de los<br />
mortales por tenerla. No puedo pensar qué es lo que ella ha visto en<br />
un muchacho vulgar <strong>com</strong>o yo.»<br />
Porque Roderick Welman, a pesar de su melindrería, no era<br />
presuntuoso. Honradamente, le extrañaba que Elinor hubiera<br />
consentido en casarse con él.<br />
La vida se presentaba para él bastante agradable. Uno sabe muy bien<br />
hacia dónde camina. Eso es siempre una ventaja. Suponía que Elinor<br />
y él se casarían muy pronto...; es decir, si Elinor lo quería así. Tal vez<br />
quisiera retrasarlo un poco. Él no debía meterla prisa. Al principio,<br />
estarían un poco apretados de dinero. Pero no había que preocuparse<br />
por eso. Él esperaba sinceramente que tía Laura muriese pronto. Ella<br />
le quería mucho y siempre había sido muy amable para con él cuando<br />
venía a pasar con ella las vacaciones, interesándose continuamente<br />
por lo que hacía.<br />
Su pensamiento se desviaba de la idea de la muerte de su tía (su<br />
pensamiento, por lo corriente, se desviaba de toda cuestión<br />
desagradable). No le placía visualizar nada que fuera demasiado<br />
claramente desagradable. Pero..., en fin, después de todo..., sería<br />
estupendo vivir aquí, sobre todo teniendo el bolsillo lleno de dinero.<br />
Le gustaría saber exactamente cuánto le dejaría su tía. ¡Claro que, en<br />
realidad, eso no tenía importancia! Con ciertas mujeres sí importa<br />
mucho que el marido o la mujer sean los dueños del dinero. Pero con<br />
Elinor, no. Tenía un gran tacto y procuraría emplearlo bien en la<br />
cuestión monetaria.<br />
Pensaba: «No, no pasará nada..., ¡aunque se lo deje todo a ella!»<br />
Salió de la huerta por la verja de atrás. Desde allí se podía