06.05.2013 Views

UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com

UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com

UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Digitalizado por kamparina para Biblioteca-irc en Enero de 2.004<br />

http://biblioteca.d2g.<strong>com</strong><br />

III<br />

En el pabellón, Mary miraba abatidísima a su alrededor.<br />

El pasado acudió a su mente en visión cinematográfica. Veía a su<br />

madre haciendo vestiditos para sus muñecas... Y a su padre con su<br />

eterno mal humor. La odiaba. Sí, la odiaba...<br />

De pronto, se volvió a la enfermera Hopkins.<br />

—¿No le dio papá ningún encargo para mí antes de... morir?<br />

La enfermera repuso con displicencia:<br />

—¡Oh, no!... Perdió el conocimiento una hora antes de exhalar el<br />

último suspiro.<br />

Mary dijo lentamente:<br />

—Creo que debí venir a cuidarle. Después de todo, era mi padre.<br />

La Hopkins replicó con cierto embarazo:<br />

—Mire, Mary... La cuestión no es que fuese su padre o dejase de<br />

serlo. Los hijos no se preocupan gran cosa por sus padres en<br />

nuestros tiempos. Ni tampoco los padres por sus hijos. Hace unos<br />

días estuve oyendo a miss Lamben en la escuela de segunda<br />

enseñanza y dijo que la vida familiar es un error y que los hijos<br />

deben ser educados y atendidos por el Estado. Las escuelas vendrían<br />

a ser una especie de asilo de huérfanos... pero a mí me parece<br />

admirable, porque así se evitarán muchos disgustos,<br />

sentimentalismos, nostalgias del pasado... y otras muchas cosas. Lo<br />

esencial es ganar para <strong>com</strong>er por medio del trabajo honrado, y no es<br />

tan fácil algunas veces.<br />

Mary dijo lentamente, y en sus palabras había tristeza:<br />

—Tal vez tenga usted razón. Pero creo que tengo yo la culpa de que<br />

mi padre no haya congeniado conmigo.<br />

La enfermera Hopkins exclamó:<br />

—¡No diga tonterías!<br />

La frase tuvo el estallido de una bomba.<br />

La Hopkins desvió el tópico hacia cuestiones más prácticas.<br />

—¿Qué piensa usted hacer con los muebles? ¿Los va a vender? ¿O<br />

piensa llevarlos a un guardamuebles?<br />

—No sé... ¿Qué opina usted?<br />

Echándoles una ojeada, la enfermera Hopkins repuso:<br />

—Algunos son buenos y están en buen estado. Debe conservarlos y<br />

amueblar un pisito en Londres cuando pueda. Deshágase de los<br />

estropeados. Las sillas y la mesa están en buen uso... Aquel bureau<br />

está pasado de moda, pero es de caoba y es probable que el<br />

auténtico estilo victoriano vuelva a estar de moda... Yo vendería el<br />

armario. Es demasiado grande para transportarlo. Ocuparía la mitad

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!