UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com
UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com
UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Digitalizado por kamparina para Biblioteca-irc en Enero de 2.004<br />
http://biblioteca.d2g.<strong>com</strong><br />
sentimientos humanitarios de Roderick Welman puedan haber influido<br />
para que él hiciera semejante cosa?<br />
Peter Lord replicó despectivamente:<br />
—¡No tendría valor!<br />
Poirot murmuró:<br />
—¡Quién sabe! Observo que, en ocasiones, menosprecia usted a ese<br />
joven.<br />
—¡Oh, no! Es inteligente, no cabe duda.<br />
—Exacto —dijo Poirot—. Y es atractivo, también. Sí, le observé.<br />
—¿Sí? ¡Pues yo no lo he notado nunca! Escuche, Poirot, ¿hay algo?<br />
El detective contestó:<br />
—¡Mis investigaciones no han sido, hasta ahora, afortunadas! Me<br />
conducen siempre al mismo punto. Nadie ganaba nada con la muerte<br />
de Mary Gerrard. Nadie odiaba a Mary Gerrard, excepto Elinor<br />
Carlisle. Hay una sola pregunta que nosotros podemos formularnos.<br />
Podríamos decir, quizá: ¿Odiaba alguien a Elinor Carlisle?<br />
El doctor Lord movió lentamente la cabeza.<br />
—Que yo sepa, no. Usted quiere decir... ¿que alguien ha preparado<br />
una trampa? ¿Que alguien ha querido hacer recaer las sospechas del<br />
crimen sobre miss Carlisle?<br />
Poirot movió afirmativamente la cabeza. Dijo:<br />
—Desde luego, es una suposición aventurada, y no hay nada que la<br />
apoye, excepto, quizá, el hecho de que el caso aparezca tan<br />
concluyente en contra de ella —refirió al doctor lo de la carta<br />
anónima—. Como ve —dijo—, esto hace posible formular una<br />
acusación muy grave contra Elinor. Le advirtieron que podría ocurrir<br />
que su tía no le dejase ni un penique en su testamento; que esta otra<br />
muchacha, una extraña, podría heredar la fortuna entera. Así, cuando<br />
su tía pedía un abogado, ella no quiso correr ningún riesgo y se cuidó<br />
de que la anciana muriese aquella noche.<br />
Peter Lord gritó:<br />
—¿Y Roderick Welman? ¡También tenía que perder!<br />
Poirot movió la cabeza.<br />
—No, era conveniente para él que su tía hiciese testamento. Si moría<br />
sin hacerlo, no recibiría nada. Elinor era su pariente más cercano.<br />
Lord objetó:<br />
—Pero ¡iba a casarse con Elinor!<br />
Poirot dijo:<br />
—Es cierto. Pero recuerde que inmediatamente después se rompió la<br />
promesa de casamiento; que él le dijo claramente que deseaba que<br />
ella le dejase libre.<br />
Peter Lord gimió. Dijo:<br />
—La fortuna siempre vuelve a sus manos. ¡Siempre!<br />
—Sí. A menos que... —permaneció silencioso un instante. Luego<br />
dijo—. Hay algo...