UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com
UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com
UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Digitalizado por kamparina para Biblioteca-irc en Enero de 2.004<br />
http://biblioteca.d2g.<strong>com</strong><br />
5<br />
<strong>UN</strong> HOMBRE CONSOLADOR<br />
La sacaron por una puerta lateral.<br />
Diose cuenta de infinidad de rostros sonrientes que la felicitaban.<br />
Roddy..., el detective de los grandes bigotes...<br />
Pero fue a Lord a quien ella se volvió.<br />
—Sáqueme de aquí —dijo.<br />
Subieron al pequeño Daimler y abandonaron Londres.<br />
Ninguno de los dos pronunció una palabra durante largo rato.<br />
Cada minuto la llevaba más y más lejos...<br />
Una vida nueva...<br />
Eso era lo que ella necesitaba...<br />
Una vida nueva...<br />
Dijo de pronto:<br />
—Quiero..., quiero ir a cualquier sitio tranquilo..., apartado..., donde<br />
no vea caras humanas...<br />
Peter Lord murmuró en voz muy tenue:<br />
—Ya he pensado en eso. Irá usted a un sanatorio. Un lugar<br />
reposado... Jardines encantadores... No le molestará nadie...<br />
Ella susurró:<br />
—Eso es lo que me hace falta.<br />
Era su práctica de doctor, su conocimiento de la naturaleza humana,<br />
lo que le hacía <strong>com</strong>prender. Él lo sabía, y por eso no la molestaba.<br />
Era maravilloso encontrarse ahora allí con él, fuera de Londres,<br />
camino de un lugar reposado y recogido. Quería olvidar..., olvidar<br />
todo. Todo lo sucedido carecía de realidad. Todo se había<br />
desvanecido..., todo había terminado: la vida pasada y los antiguos<br />
sentimientos. Ahora era una criatura nueva, extraña, desamparada.<br />
Tenía que empezar a vivir de nuevo.<br />
Era consolador sentirse junto al doctor Lord.<br />
Ya habían salido de Londres. Atravesaban ahora los suburbios.<br />
Ella dijo, al fin:<br />
—¡Fue usted...., sólo usted!...<br />
Peter Lord murmuró:<br />
—No... Fue Hércules Poirot. Es un taumaturgo.<br />
Pero Elinor movió la cabeza. Dijo obstinadamente:<br />
—Fue usted. Usted le hizo venir y averiguar la verdad.<br />
Peter gruñó:<br />
—Bien, es verdad; yo le hice venir...