UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com
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Digitalizado por kamparina para Biblioteca-irc en Enero de 2.004<br />
http://biblioteca.d2g.<strong>com</strong><br />
Poirot dijo con desesperante lentitud:<br />
—La otra es el autor de la carta anónima.<br />
Roddy parecía incrédulo.<br />
Poirot declaró:<br />
—Alguien escribió aquella carta..., alguien que odiaba a Mary Gerrard<br />
o, por lo menos, no la quería mucho. Alguien que estaba de parte de<br />
ustedes, <strong>com</strong>o vulgarmente se dice. Alguien que no quería que Mary<br />
Gerrard se beneficiase con la muerte de mistress Welman. Ahora<br />
dígame: ¿tiene usted alguna idea de quién pueda ser el autor de esa<br />
carta?<br />
Roddy movió la cabeza.<br />
—No, monsieur Poirot. Era una carta mal redactada, peor escrita y el<br />
papel de pésima calidad.<br />
Poirot levantó una mano.<br />
—No sacaremos mucho con eso. Puede haber sido escrita por una<br />
persona educada que quisiera disfrazar su condición. Por eso desearía<br />
que hubiese conservado la carta. La gente que intenta disfrazar lo<br />
que escribe se descubre casi siempre por pequeños detalles.<br />
Roddy dijo, vacilando:<br />
—Elinor y yo creímos que se trataba de una criada.<br />
—¿No pensaron en nadie en particular?<br />
—No, en absoluto.<br />
—¿No podría haber sido mistress Bishop, el ama de llaves?<br />
Roddy le miró, sorprendido.<br />
—¡Oh, no! Es una señora respetable y orgullosa. Además, tiene una<br />
letra preciosa, y estoy seguro de que jamás...<br />
Al verle titubear, Poirot intervino rápidamente:<br />
—No quería bien a Mary Gerrard.<br />
—Creo que no, aunque jamás me di cuenta.<br />
—Usted no se daba cuenta de muchas cosas, mister Welman...<br />
Roddy no hizo caso de la ironía. Permaneció reflexionando largo rato.<br />
Al fin, dijo:<br />
—¿No cree usted que mi tía pudo muy bien tomar morfina sin que<br />
nadie la observara?<br />
Poirot repuso:<br />
—Es una idea, en efecto.<br />
Roddy afirmó:<br />
—Dijo en varias ocasiones que no podía soportar la idea de tener que<br />
ser cuidada <strong>com</strong>o si fuese una niña. Deseaba morir.<br />
—Pero no pudo levantarse de la cama, descender la escalera y tomar<br />
el tubo de morfina de la cartera de la Hopkins.<br />
Roddy dijo lentamente:<br />
—Alguien pudo proporcionárselo.<br />
—¿Quién?<br />
—Pues... una de las enfermeras.