06.05.2013 Views

UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com

UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com

UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Digitalizado por kamparina para Biblioteca-irc en Enero de 2.004<br />

http://biblioteca.d2g.<strong>com</strong><br />

Elinor dijo en voz baja:<br />

—Es curioso... Yo también he tenido el mismo estremecimiento esta<br />

mañana.<br />

La enfermera Hopkins exclamó jocosa, con voz varonil:<br />

—Vamos... ¿Quieren hacerme creer que hay fantasmas en la casa?...<br />

Yo no he notado nada.<br />

Elinor sonrió. Entraron en la habitación de la derecha. Las persianas<br />

estaban subidas y las ventanas abiertas. La temperatura era<br />

agradabilísima.<br />

Elinor regresó al vestíbulo, entró en la despensa y volvió al poco<br />

tiempo con una bandeja con emparedados. La alargó a Mary,<br />

diciendo:<br />

—Tome uno.<br />

Mary tomó uno. Elinor la contempló con fijeza, mientras la muchacha<br />

clavaba sus blancos dientes en el emparedado.<br />

Inconscientemente, permaneció algunos segundos en muda<br />

contemplación, con la bandeja apoyada en un costado, hasta que,<br />

viendo la expresión hambrienta de la enfermera Hopkins, tendió los<br />

fiambres a la mujer.<br />

Elinor tomó otro emparedado, y dijo excusándose:<br />

—Quisiera haber podido ofrecerles café, pero olvidé traerlo. En<br />

aquella mesa tienen manteca... Si alguna de ustedes quiere...<br />

La enfermera Hopkins dijo con tristeza:<br />

—¡Si tuviéramos un poco de té!<br />

Elinor declaró, sin pensar lo que decía:<br />

—Hay un poco de té en el bote de la despensa.<br />

La faz de la enfermera Hopkins se animó.<br />

Dijo:<br />

—Voy a encender el gas y pondré la tetera al fuego. ¿No hay leche?<br />

—Sí. He traído una botella —repuso Elinor.<br />

La enfermera Hopkins salió apresuradamente hacia la despensa.<br />

—¡Estupendo! —exclamó.<br />

Elinor y Mary quedaron solas.<br />

La atmósfera se cargó de una tensión extraña. Elinor, con gran<br />

esfuerzo, intentó entablar conversación. Tenía los labios resecos. Se<br />

los humedeció con la lengua y dijo con voz ronca:<br />

—¿Le gusta... el trabajo que está haciendo en Londres?<br />

—Sí... Muchas gracias... Le estoy muy agradecida.<br />

De pronto, un sonido ronco, <strong>com</strong>o un estertor, brotó de la garganta<br />

de Elinor. Convirtióse en una risa tan discordante, tan fuera de lugar,<br />

que Mary quedó mirándola sorprendida.<br />

Recobrada, Elinor dijo:<br />

—¡No tiene por qué estar agradecida!<br />

Mary, algo cortada, tartamudeó:<br />

—Yo quería decir... que...

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!