UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com
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Digitalizado por kamparina para Biblioteca-irc en Enero de 2.004<br />
http://biblioteca.d2g.<strong>com</strong><br />
Elinor dijo en voz baja:<br />
—Es curioso... Yo también he tenido el mismo estremecimiento esta<br />
mañana.<br />
La enfermera Hopkins exclamó jocosa, con voz varonil:<br />
—Vamos... ¿Quieren hacerme creer que hay fantasmas en la casa?...<br />
Yo no he notado nada.<br />
Elinor sonrió. Entraron en la habitación de la derecha. Las persianas<br />
estaban subidas y las ventanas abiertas. La temperatura era<br />
agradabilísima.<br />
Elinor regresó al vestíbulo, entró en la despensa y volvió al poco<br />
tiempo con una bandeja con emparedados. La alargó a Mary,<br />
diciendo:<br />
—Tome uno.<br />
Mary tomó uno. Elinor la contempló con fijeza, mientras la muchacha<br />
clavaba sus blancos dientes en el emparedado.<br />
Inconscientemente, permaneció algunos segundos en muda<br />
contemplación, con la bandeja apoyada en un costado, hasta que,<br />
viendo la expresión hambrienta de la enfermera Hopkins, tendió los<br />
fiambres a la mujer.<br />
Elinor tomó otro emparedado, y dijo excusándose:<br />
—Quisiera haber podido ofrecerles café, pero olvidé traerlo. En<br />
aquella mesa tienen manteca... Si alguna de ustedes quiere...<br />
La enfermera Hopkins dijo con tristeza:<br />
—¡Si tuviéramos un poco de té!<br />
Elinor declaró, sin pensar lo que decía:<br />
—Hay un poco de té en el bote de la despensa.<br />
La faz de la enfermera Hopkins se animó.<br />
Dijo:<br />
—Voy a encender el gas y pondré la tetera al fuego. ¿No hay leche?<br />
—Sí. He traído una botella —repuso Elinor.<br />
La enfermera Hopkins salió apresuradamente hacia la despensa.<br />
—¡Estupendo! —exclamó.<br />
Elinor y Mary quedaron solas.<br />
La atmósfera se cargó de una tensión extraña. Elinor, con gran<br />
esfuerzo, intentó entablar conversación. Tenía los labios resecos. Se<br />
los humedeció con la lengua y dijo con voz ronca:<br />
—¿Le gusta... el trabajo que está haciendo en Londres?<br />
—Sí... Muchas gracias... Le estoy muy agradecida.<br />
De pronto, un sonido ronco, <strong>com</strong>o un estertor, brotó de la garganta<br />
de Elinor. Convirtióse en una risa tan discordante, tan fuera de lugar,<br />
que Mary quedó mirándola sorprendida.<br />
Recobrada, Elinor dijo:<br />
—¡No tiene por qué estar agradecida!<br />
Mary, algo cortada, tartamudeó:<br />
—Yo quería decir... que...