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UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com

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Digitalizado por kamparina para Biblioteca-irc en Enero de 2.004<br />

http://biblioteca.d2g.<strong>com</strong><br />

IV<br />

Un par de días después, Mary <strong>com</strong>unicó a la enfermera Hopkins su<br />

cambio de fortuna.<br />

Aquella mujer, de espíritu práctico, la felicitó calurosamente.<br />

—Ha sido una gran suerte para usted, Mary —dijo—. La difunta<br />

señora podía haber tenido muy buenas intenciones para con usted;<br />

pero a menos que una cosa esté escrita, las intenciones no significan<br />

nada. Podría muy bien no haber recibido ni un céntimo.<br />

—Miss Elinor manifestó que la noche en que mistress Welman murió<br />

le dijo que hiciera algo por mí.<br />

La enfermera Hopkins resopló.<br />

—Es posible. Pero muchas personas lo habrían olvidado después. Los<br />

parientes son así. ¡Puede estar segura de que he visto muchas cosas<br />

en mi vida! Gentes que al morir decían que sabían que su querido<br />

hijo o su querida hija cumplirían sus deseos. De diez veces, nueve, el<br />

querido hijo o la querida hija encontraban algún motivo para no<br />

realizarlo. La naturaleza humana es la naturaleza humana, y a nadie<br />

le gusta separarse de su dinero, a menos que se vea obligado. Miss<br />

Elinor sabe cumplir mejor que la mayoría.<br />

Mary murmuró, lentamente:<br />

—Y, sin embargo..., tengo la impresión de que no me quiere.<br />

—Tiene sus motivos —dijo la enfermera Hopkins bruscamente—. No<br />

ponga esa cara de inocente, Mary. Mister Roderick la está asediando<br />

desde hace algún tiempo.<br />

Mary enrojeció.<br />

La enfermera continuó:<br />

—Se ha enamorado de usted. ¿Qué me dice? ¿También está<br />

enamorada de él?<br />

Mary contestó, titubeante:<br />

—No..., no lo sé.... No lo creo. Pero, desde luego, es muy simpático.<br />

—¡Hum! —murmuró la enfermera Hopkins—. ¡No sería para mí! Es<br />

uno de esos hombres nerviosos y muy exigentes en la <strong>com</strong>ida<br />

también. Los hombres no sirven para gran cosa, aun en el mejor de<br />

los casos. No se precipite, Mary. Usted es muy bonita y puede<br />

escoger. Miss O'Brien me dijo el otro día que usted debería dedicarse<br />

al cine. Las rubias son muy populares, según he oído decir siempre.<br />

Mary contrajo la frente, y preguntó:<br />

—¿Qué le parece que haga con mi padre, mistress Hopkins? Él cree<br />

que yo debo darle parte de ese dinero.<br />

—Nada de eso —contestó mistress Hopkins, iracunda—. Mistress<br />

Welman no pensó en que ese dinero fuera a parar a él. En mi opinión,<br />

hace muchos años que habría perdido el empleo, de no ser por usted.

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