06.05.2013 Views

UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com

UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com

UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Digitalizado por kamparina para Biblioteca-irc en Enero de 2.004<br />

http://biblioteca.d2g.<strong>com</strong><br />

haber llegado a ser una estrella de cine...» Las de mistress Bishop:<br />

«Era una intrigante.» Y ahora, desvaneciendo todas sus impresiones<br />

anteriores, aquella definición simple y romántica de Ted Bigland: «Era<br />

<strong>com</strong>o una flor.»<br />

Hércules Poirot dijo:<br />

—Pero ¿entonces...?<br />

Y extendió los brazos en el aire haciendo un gesto de extrañeza.<br />

Ted Bigland movió la cabeza asintiendo. Sus ojos tenían la triste<br />

expresión de un animal atormentado. Dijo:<br />

—Lo sé, señor. Lo que usted dice es la verdad. No murió de muerte<br />

natural. Pero he estado pensando y pensando...<br />

Se interrumpió.<br />

Poirot le instó a proseguir:<br />

—¿Y bien?<br />

Ted Bigland continuó lentamente:<br />

—He estado pensando que tal vez no fuese más que un accidente...<br />

—¿Un accidente?... ¿Qué clase de accidente?<br />

—No lo sé, señor. Tal vez mi idea carezca de sentido <strong>com</strong>ún. Pero<br />

tengo la impresión de que no fue más que un accidente, una<br />

equivocación.<br />

Y miró suplicante a Poirot, avergonzado de su falta de elocuencia.<br />

Poirot permaneció pensativo un instante. Parecía reflexionar sobre la<br />

idea expuesta por el joven. Al fin dijo:<br />

—Es interesante que usted tenga esa impresión.<br />

Ted Bigland repuso en tono de humillación:<br />

—No creo que le pueda servir de nada, señor. Ni siquiera puedo<br />

sugerirle el cómo y el porqué de este sentimiento mío. Ha sido <strong>com</strong>o<br />

una corazonada.<br />

Hércules Poirot declaró:<br />

—Las corazonadas proporcionan a veces pistas y datos inapreciables.<br />

Perdóneme si penetro ahora en un terreno doloroso para usted.<br />

¿Estaba muy enamorado de Mary Gerrard?<br />

El moreno rostro de Ted Bigland se oscureció aún más.<br />

Dijo simplemente:<br />

—Todo el mundo lo sabe...<br />

—¿Se proponía usted casarse con ella?<br />

—Sí.<br />

—¿Y ella... no quiso?<br />

Una expresión sombría apareció en la faz de Ted. Declaró, con cierto<br />

matiz de cólera reprimida:<br />

—Lo hicieron con buena intención, no lo dudo; pero a veces no<br />

conviene mezclarse en las vidas de los demás. La educación y el viaje<br />

al extranjero cambiaron a Mary. No quiero decir con eso que la...<br />

echaran a perder, no. Pero la hicieron sentirse diferente. Adquirió la<br />

idea de que era demasiado para mí y, sin embargo, era demasiado

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!