06.05.2013 Views

UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com

UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com

UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Digitalizado por kamparina para Biblioteca-irc en Enero de 2.004<br />

http://biblioteca.d2g.<strong>com</strong><br />

que mistress Welman había hecho llamar a su abogado para la<br />

mañana siguiente, la Hopkins no vaciló. Mistress Welman debía morir<br />

sin testar, para que su ilegítima hija heredara toda su fortuna.<br />

Hopkins ya había trabado amistad con Mary Gerrard y había adquirido<br />

gran ascendiente sobre ella. Todo lo que tenía que hacer ahora era<br />

convencer a la muchacha para que otorgara testamento a favor de la<br />

hermana de su madre, y le dictó las palabras precisas con que debía<br />

redactarlo, con todo cuidado. No mencionó para nada el parentesco.<br />

Simplemente, lo destinaba todo a Mary Riley, hermana de Elisa Riley.<br />

Cuando estampó su firma al pie del documento, Mary no podía pensar<br />

que había firmado su sentencia de muerte. La mujer no tenía más<br />

que esperar la oportunidad... Ya había pensado en el arma que había<br />

de emplear para <strong>com</strong>eter el crimen, con el uso de la apomorfina para<br />

asegurar su coartada. Se proponía, tal vez, atraer a Elinor y Mary a<br />

su propia casa; pero cuando Elinor fue a invitarlas a ir a Hunterbury,<br />

para a<strong>com</strong>pañarla a tomar unos emparedados, vio el cielo abierto.<br />

Las circunstancias acusarían a Elinor sin que pudiera tener la menor<br />

probabilidad de defenderse.<br />

Peter Lord murmuró:<br />

—Si no hubiese sido por usted, la habrían condenado.<br />

Hércules Poirot se apresuró a replicar:<br />

—No; es a usted, amigo mío, a quien tiene que agradecer el haber<br />

conservado la vida.<br />

—¿A mí?... Yo no hice nada... Me esforcé...<br />

Se interrumpió.<br />

Hércules sonrió débilmente.<br />

—Eso es... Se esforzó usted en convencerme de que era inocente...<br />

Usted se impacientaba al ver que yo no parecía avanzar un paso en el<br />

camino emprendido... Llegó a temer que fuese culpable, a pesar de<br />

todo... Y por esa razón tuvo la impertinencia de engañarme también.<br />

¡Ah, mon cher, para eso carece usted de aptitud!... Le aconsejo que<br />

se dedique con todo entusiasmo a <strong>com</strong>batir el sarampión y la tos<br />

ferina, pero deje para siempre las aficiones detectivescas.<br />

Peter Lord se sonrojó. Dijo:<br />

—¿Se dio usted cuenta... desde... el primer momento?<br />

Poirot afirmó con severidad:<br />

—Mais oui... Usted me llevó de la mano a aquel lugar frente a la<br />

ventana y me ayudó a encontrar una caja de cerillas que había<br />

puesto allí poco antes... C'est l'enfantillage!<br />

Peter Lord hizo un guiño. Gruñó:<br />

—¡Continúe!<br />

Poirot preguntó:<br />

—Habló usted con el jardinero y se las arregló de forma que me<br />

dijese que había visto su coche en la calzada. Entonces afirmó usted<br />

que el coche no era suyo. Y aún trató de convencerme de que fue un

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!