UN TRISTE CIPRÉS Agatha Christie - GutenScape.com
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Digitalizado por kamparina para Biblioteca-irc en Enero de 2.004<br />
http://biblioteca.d2g.<strong>com</strong><br />
III<br />
Entraron en la habitación en que había fallecido Mary Gerrard.<br />
Una atmósfera extraña los rodeaba... Parecía estar llena de<br />
recuerdos...<br />
Peter Lord abrió una de las ventanas.<br />
Dijo, estremeciéndose:<br />
—Me da la impresión de que estoy en una tumba...<br />
Poirot murmuró:<br />
—Si las paredes pudiesen hablar... Allí se inició todo, aquí terminó<br />
todo...<br />
Hizo una pausa y prosiguió:<br />
—Fue en esta habitación donde murió Mary Gerrard...<br />
Peter Lord asintió:<br />
—La encontraron sentada en aquel sillón junto a la ventana...<br />
Hércules Poirot dijo, pensativamente:<br />
—Una muchacha joven, bella..., romántica, ¿sería capaz de maquinar<br />
una intriga?... ¿Era una persona de mentalidad superior?... ¿Era<br />
gentil y dulce, sin mala intención..., una joven que empezaba a<br />
vivir..., una muchacha <strong>com</strong>o una flor?<br />
—Sea lo que fuere —dijo el doctor Lord—, alguien deseaba su<br />
muerte.<br />
Hércules Poirot dijo, con voz tenue:<br />
—Me pregunto...<br />
Lord le miró con fijeza.<br />
—¿Qué quiere decir?<br />
Poirot movió la cabeza.<br />
—Todavía no ha llegado la hora de hablar.<br />
Giró sobre sus talones.<br />
—Ya hemos visto toda la casa... No nos queda nada por visitar...<br />
Vamos al pabellón.<br />
Aquí, <strong>com</strong>o allí, todo estaba en orden; las habitaciones cubiertas de<br />
polvo, pero vacías de todos los objetos de propiedad particular. Los<br />
dos hombres permanecieron allí pocos minutos. Cuando volvieron al<br />
aire libre, Poirot tocó las hojas de un rosal que crecía a través de un<br />
enrejado. Eran de color rosa y exhalaban un aroma intenso.<br />
—¿Conoce usted el nombre de esta rosa?... Es la Zaphyrine droughin,<br />
amigo mío.<br />
Peter Lord exclamó, irritado:<br />
—Bueno, ¿y qué?<br />
Hércules Poirot continuó:<br />
—Cuando vi a Elinor Carlisle me habló de las rosas. Fue entonces<br />
cuando empecé a ver... no con claridad diurna, sino con ese leve