Eve (Junior - Juvenil (roca)) (Spanish Edition) - deviantART
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dirigiéndose a Leif, preguntó:<br />
—¿Es ella?<br />
El rostro de Leif no se alteró.<br />
—El rey la busca —anunció mirando a los chicos. Me quedé de piedra<br />
al oírlo. La verdad se volvía contra mí: la humillación que Leif había sufrido<br />
la noche anterior se había transformado en algo siniestro—. Es una fugitiva<br />
y nos ha puesto en peligro a todos. Fletcher la entregará a los soldados.<br />
—¡De eso nada! —chilló Arden, aplastando las manos contra el pétreo<br />
costado del hombre. Intenté soltarme, pero la presión del gigante me retorcía<br />
la muñeca. Al mismo tiempo aquel tipo agarró el delgado brazo de mi amiga,<br />
mientras ambas tratábamos de liberarnos de él.<br />
—Dos por el precio de una —se burló el hombretón, escupiendo y<br />
arrastrándonos hacia el vehículo.<br />
—¡No! ¡No dejes que se vaya! —suplicó Benny—. ¡Por favor, Leif!<br />
—No puedes permitir algo así —le espetó Michael, enarbolando la<br />
lanza.<br />
—¡Basta! —gritaron los nuevos cazadores, mientras Silas corría<br />
detrás de mí, con las manitas aferradas a mi desgastado jersey gris.<br />
Dominada por el pánico, solo vi retazos: el rostro acongojado de Benny,<br />
Kevin que avanzaba, Aaron que caía al suelo, sangrando por un costado…<br />
Arden le mordió la mano a Fletcher, y de pronto vi lo que había en la parte<br />
trasera del camión: una jaula en la que una pobre chica gritaba entre los<br />
barrotes.<br />
Leif también la vio, y su expresión cambió: sujetando la mano de<br />
Fletcher con la que tenía cogida a Arden, murmuró:<br />
—Un momento. —Se acercó al camión y golpeó el vehículo con<br />
frustración—. ¿Quién es esa? ¿Qué ocurre?<br />
Fletcher no se inmutó. Nos empujó, arrastrando nuestros pies por las<br />
piedras, y le espetó:<br />
—Querías que se marchase y se marcha. ¿Qué más te da adónde?<br />
Sentí náuseas y a punto estuve de vomitar el desayuno de huevos de<br />
codorniz. Conseguí evitarlo, pataleé y forcé el brazo, tratando de soltarme.<br />
Sin duda Leif había llegado a un acuerdo perverso, pero el asunto se le<br />
estaba escapando de las manos.<br />
—¿Dónde están los medicamentos? ¿Y el pago? —exigió Leif con el<br />
rostro congestionado. Michael y Aaron lo siguieron, enarbolando las lanzas.<br />
Cerré los ojos, esperando que los chicos luchasen, pero el gigantesco bruto<br />
sacó una pistola del cinturón y disparó al aire. Los chicos retrocedieron,<br />
sorprendidos por el sonoro ¡pam! del disparo.