Eve (Junior - Juvenil (roca)) (Spanish Edition) - deviantART
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—¿Cómo te llamas? —pregunté a la niña, mientras mi vista se<br />
adaptaba a la oscuridad. Ella retrocedió—. Ven, acércate. —Hice un gesto<br />
con el brazo para animarla, pero antes de que pudiese añadir nada, se alejó<br />
corriendo por el pasillo en penumbra.<br />
Me incorporé en la cama, totalmente despierta. No sabía cómo había<br />
entrado la pequeña en aquel campamento masculino, pero comprendí que<br />
tenía que seguirla. Fui corriendo al pasillo: ella se alejaba por el túnel,<br />
apenas visible entre las luces de las linternas.<br />
—¡Espera! —grité—. ¡Vuelve!<br />
Desapareció tras un brusco recodo.<br />
Contemplé el pasillo vacío: el túnel discurría entre curvas y las recorrí,<br />
procurando no acercarme a los huecos negros de los lados, en los que<br />
dormían los chicos. La niña continuaba corriendo delante de mí, entre<br />
saltitos del tutú. En un momento dado, el túnel se dividió, y ella giró por un<br />
camino oscuro. Fui tras la pequeña, acelerando el paso.<br />
—No voy a hacerte daño —susurré, apremiante—. ¡Detente, por favor!<br />
Yo andaba con rapidez y facilidad, más ligera que nunca. Me sentaba<br />
bien estar de pie, moverme; a cada metro que recorría, mi mente se calmaba,<br />
y no oía más que el sonido de mi propia respiración. No tardé mucho en ver<br />
la difusa silueta delante de mí. Entonces me encontré ante una nueva curva<br />
del túnel, que desembocó en el exterior bajo un cielo plagado de estrellas.<br />
La niña corrió entre los árboles, gritando como si se tratase de un<br />
divertido juego. Fui en pos de ella hasta que llegó a la otra ladera de la colina<br />
y se metió en un vasto terreno de elevados arbustos. Me incliné para tomar<br />
aliento, casi vencida por el esfuerzo. Cuando me incorporé, me di cuenta de<br />
que la niña había desaparecido. Me encontraba sola en la oscuridad y fuera<br />
del refugio.<br />
No debía continuar; sería una locura vagar por el bosque, buscando a<br />
la pequeña por las colinas. Si lograba regresar al túnel, le contaría a Caleb<br />
que aquella criatura se había escapado y que estaba sola. Pero cuando di la<br />
vuelta, no vi más que sombras. Caminé hacia los árboles, mas el bosque era<br />
demasiado denso. Las hojas susurraban bajo mis pies y las ramas crujían<br />
sobre mi cabeza. Cuando llegué al sitio en el que creí que estaba la salida, no<br />
encontré la colina, sino una cuesta rocosa que bajaba hasta el lago.<br />
Giré y corrí hacia el otro extremo del bosque, casi sin respiración,<br />
acordándome de cuando estaba junto al río, de la lluvia que me empapaba y<br />
de los soldados que me acosaban con las armas en la mano, y de cuando vi<br />
a Caleb de espaldas delante de mí, mi cara en el anuncio, las palabras que<br />
Arden había pronunciado: «Perteneces al rey». ¿Cómo podía haber sido tan<br />
estúpida y haber abandonado el refugio y salido en plena noche, mientras<br />
los soldados seguían buscándome? Me lo habían advertido.