Eve (Junior - Juvenil (roca)) (Spanish Edition) - deviantART
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El del pelo al rape me miró fijamente. Era joven, y lucía un fino bigote<br />
que apenas se percibía sobre el labio superior. Por fin dijo:<br />
—Es ella. Es la chica.<br />
Caleb embistió al pelirrojo, haciéndole perder el equilibrio. El soldado<br />
más joven contempló la escena e hizo ademán de sacar la pistola. El gordo<br />
me cogió por el cuello y me amenazó con el cuchillo, presionando mi piel con<br />
el frío metal; respiraba en mi oído y yo percibía el olor acre del alcohol en su<br />
aliento.<br />
El pelirrojo se tambaleó hacia atrás, arrastrando a Caleb hacia el<br />
garaje, donde estaba el vehículo. Se golpeó la cabeza contra el parachoques,<br />
mientras mi amigo buscaba desesperadamente su pistola, y el soldado lo<br />
repelía a codazos.<br />
—Haced algo, imbéciles. Ayudadme —gritó al abalanzarse Caleb<br />
encima de él, pero el pelirrojo era de mayor estatura, y con su peso, lo<br />
inmovilizó momentáneamente en el suelo.<br />
—Sujétala —ordenó el gordo, empujándome hacia el joven, que me<br />
rodeó el cuello con el brazo y me apretó contra su pecho. Notaba en mi<br />
espalda que el corazón le latía desaforadamente, mientras me apartaba de<br />
los tres hombres, enzarzados junto a las ruedas delanteras del todoterreno.<br />
El gordo incrustó la mole de sus nudillos en la nuca de Caleb, que<br />
cayó sobre el pelirrojo, y este se conmocionó.<br />
—¡Basta, basta! —grité cuando el gordo alzó el cuchillo, levantó el<br />
brazo con saña y hundió la hoja en la pierna de Caleb.<br />
El soldado levantó el arma de nuevo y la dirigió más arriba: al cuello.<br />
Iba a matarlo.<br />
Palpé con la mano la cadera del soldado joven, buscando la pistola.<br />
Sin pensarlo dos veces, la saqué de la funda y apunté al gordo que tenía el<br />
cuchillo contra el cuello de Caleb.<br />
Apreté el gatillo, y una repentina nube de humo se extendió ante mí.<br />
El gordo gritó cuando la bala le desgarró un costado. Caleb rodó hacia un<br />
lado, desprendiéndose del pelirrojo, y yo disparé de nuevo e hice una mueca<br />
cuando la bala penetró en el pecho del hombre.<br />
Caleb cogió las pistolas de los soldados y las arrojó entre la hierba. El<br />
pelirrojo soltó un quejido y brotó sangre de su garganta; luego, silencio.<br />
Caleb intentó caminar, pero soltó un grito terrible; tenía la pernera de<br />
los pantalones empapada de sangre.<br />
—Tenemos que salir de aquí —me dijo, dio unos pasos y cayó; la cara<br />
estaba desfiguraba a causa del dolor.<br />
Junto a mí, el soldado más joven levantó las manos, sin moverse.