09.05.2013 Views

Eve (Junior - Juvenil (roca)) (Spanish Edition) - deviantART

Eve (Junior - Juvenil (roca)) (Spanish Edition) - deviantART

Eve (Junior - Juvenil (roca)) (Spanish Edition) - deviantART

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Ocho<br />

Jamás había visto una noche tan oscura, iluminada únicamente por<br />

los rayos que de vez en cuando cortaban el negro cielo. Llevábamos dos<br />

horas de trayecto. Rodeé con los brazos a Arden, agradecida del espacio que<br />

me separaba de Caleb. Mientras avanzábamos por una carretera fangosa,<br />

permanecí en silencio, repasando todas las formas en que el chico podía<br />

matarnos u obligarnos a hacer cosas que no estaban bien. Entre todas las<br />

mentiras que las profesoras nos habían contado, había algo de verdad.<br />

Después de ver cómo los bandidos despellejaban al animal vivo, comprendí<br />

que los hombres eran tan violentos y crueles como nos habían dicho. Me<br />

acordé de la inocente Ana Karenina, oprimida por su marido Alexei y luego<br />

seducida por su amante Vronsky. Exteriorizando su pena, la profesora<br />

Agnes nos había leído la escena del suicidio de la protagonista. «¡Ojalá Ana<br />

hubiese sabido lo que sabéis vosotras! —decía—. ¡Ojalá!».<br />

No me dejaría engañar. En cuanto llegásemos al campamento de<br />

Caleb, comeríamos y esperaríamos a que amainase la tormenta. No tenía<br />

intención de dormir, sino que permanecería despierta y alerta, apoyando la<br />

espalda en la pared. Y por la mañana, cuando el cielo recuperase su perfecto<br />

color azul cerúleo, nos marcharíamos. Arden y yo. Solas.<br />

—¿Cómo es que conoces nuestro colegio? —inquirió mi compañera,<br />

que apenas había hablado, salvo para preguntar a Caleb detalles sobre la<br />

ruta que había tomado.<br />

Aparté la mejilla de la espalda de Arden, sintiendo un repentino<br />

interés por la conversación.<br />

—Sé más cosas de lo que me gustaría sobre los colegios. —Caleb<br />

mantenía los ojos fijos en el camino—. Yo también era huérfano.<br />

—Entonces también hay colegios para chicos —concluyó Arden—. Lo<br />

sabía. ¿Dónde?<br />

—A ciento cincuenta kilómetros al norte. Pero no son colegios, sino<br />

más bien campos de trabajo. Sé las cosas que habéis visto en vuestro<br />

colegio: las atrocidades que se cometen y la utilización de las chicas como<br />

bestias de cría. Pero os aseguro… —Se calló un momento. Luego habló<br />

despacio y con gran aplomo, como si conociese aquellos secretos desde<br />

hacía mucho tiempo—. Os aseguro que los chicos también hemos sufrido,<br />

tal vez incluso más.<br />

Me mofé de sus palabras. Siempre eran las mujeres las que sufrían a<br />

manos de los hombres: ellos iniciaban las guerras, ellos habían<br />

contaminado el medio ambiente y el mar con humo y petróleo, habían<br />

arruinado la economía y desbordado el antiguo sistema carcelario. Pero<br />

Arden me pellizcó el muslo con tanta saña que solté un chillido.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!