Eve (Junior - Juvenil (roca)) (Spanish Edition) - deviantART
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almacén durante el enfrentamiento con Leif: la rendición de mi espíritu, la<br />
rendición completa, a punto de romperse todo. Fletcher no cambiaría de<br />
idea, ni se volvería honrado de repente. La moral no despertaría en plena<br />
noche.<br />
Me acerqué cuanto pude a mis dos compañeras, cubriéndome la cara<br />
con el pelo para que Fletcher no viese el movimiento de mis labios si nos<br />
miraba.<br />
—Podemos escapar cuando se detenga a acampar —dije con los<br />
nervios de punta.<br />
Miré entre los barrotes, esperando ver una señal de carretera, una<br />
flecha, alguna indicación de dónde estábamos, pero únicamente había<br />
oscuridad.<br />
Horas después el camión se desvió de la carretera y las ruedas<br />
impactaron sobre piedras y ramas de árbol rotas. Nos detuvimos en un<br />
claro. El cielo estaba cubierto, sin rastro de luna. El paisaje había cambiado:<br />
los bosques habían dejado paso a los campos sin cultivar, a la maleza y a la<br />
arena que parecía roja bajo el resplandor de los faros del vehículo, a la luz de<br />
los cuales proyectaban extrañas sombras las densas formaciones rocosas<br />
—mezcla de montañas y riscos— que se alzaban sobre nosotros. Fletcher se<br />
bajó del camión, estiró los brazos y fue a orinar entre los arbustos.<br />
—Haz lo que dijimos —musitó Arden, agarrándole la muñeca a Lark.<br />
—Sí, ya —replicó la chica con voz tensa, desasiéndose—. Estoy<br />
advertida.<br />
—Tenemos que hacer nuestras necesidades. —Golpeé los barrotes—.<br />
Por favor, déjenos salir.<br />
Fletcher se subió la cremallera del pantalón, y masculló:<br />
—¿Qué?<br />
—Ha dicho que tenemos ganas de hacer pis —respondió Arden,<br />
apartándose el pelo de la frente.<br />
El hombre hizo un gesto afirmativo, como si entendiese mejor esa<br />
expresión. Iluminó la jaula con una linterna y después los arbustos, donde<br />
había una casa destartalada al pie de las gigantescas <strong>roca</strong>s.<br />
—¿Las tres?<br />
—Sí, las tres —respondió Arden. Incluso Lark hizo un gesto<br />
convincente.<br />
Fletcher iluminó la cara de Arden, luego la de Lark, y por último, la<br />
mía. La hiriente luz me hizo parpadear.<br />
—Dos minutos. Podéis ir ahí, donde están los árboles. —La linterna<br />
barrió una zona de árboles chamuscados, negros y retorcidos por el fuego—.