Eve (Junior - Juvenil (roca)) (Spanish Edition) - deviantART
Eve (Junior - Juvenil (roca)) (Spanish Edition) - deviantART
Eve (Junior - Juvenil (roca)) (Spanish Edition) - deviantART
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
tinieblas, El gran Gatsby y Al faro.<br />
Caleb se acercó a mí y su cálido hombro rozó el mío.<br />
—A veces hago cosas raras —confesó esbozando una sonrisa<br />
burlona—. Abro un libro y miro las páginas. Eso se llama leer.<br />
—¡Sé lo que es leer! —exclamé riéndome. Un rubor ascendió por mi<br />
cuello hasta la cara y me cubrió las mejillas. Me pasé la mano por el cabello.<br />
No había visto un espejo desde que me marché del colegio—. Pero, ¿cómo?,<br />
Benny dijo que aquí nadie sabía leer.<br />
—¿Conoces a Benny? —Me escudriñó el rostro, deteniéndose en los<br />
labios, las cejas y las mejillas.<br />
—Sí, lo he conocido hoy. Y a Silas y a otros chicos. Silas era la niñita<br />
que vi; llevaba puesto el dichoso tutú.<br />
—Lo encontró en unas cajas que robamos en un almacén —aclaró<br />
riendo—. Leif y los chicos mayores sabían lo que era, pero ¿cómo se lo<br />
íbamos a explicar? Le encanta.<br />
Sonreí; notaba los nervios a flor de piel. Cogí El corazón de las<br />
tinieblas, contenta de que su peso disimulase el temblor de mis manos.<br />
—He empezado a enseñarles a leer. ¿Nunca has intentado que<br />
aprendan el alfabeto o a escribir sus nombres?<br />
—Me enviaron a los campos de trabajo a los siete años, así que tuve<br />
tiempo de aprender algo antes de la epidemia. Mi madre me enseñó lo básico<br />
antes de morir: las palabras y los sonidos más breves. Y después de todo<br />
eso, leo aquí de noche para… —Miró el techo. Le había crecido un asomo de<br />
barba, formándole oscuros sombreados en el mentón y el cuello—. Bueno,<br />
para evadirme, supongo. Nunca hubo ocasión de enseñar a los niños, sobre<br />
todo estando Leif al mando. Además, todos los días y a lo largo de la jornada,<br />
los mayores tenemos que cazar, pescar, vigilar el terreno y que no haya<br />
soldados en la zona. Necesitan más la comida que los libros, por desgracia.<br />
—Suspiró y me miró a los ojos—. Pero me alegro de que tú les enseñes.<br />
Sostuvo mi mirada hasta que desvié la vista.<br />
—¿Has leído todo esto? —Me fijé en Ana Karenina y En el camino, que<br />
sobresalían entre una Historia del Arte para tontos y El gran libro de la<br />
natación.<br />
—Hasta la última palabra. No soy tan cavernícola, ¿verdad?<br />
Llevaba desabrochada la larga y sucia camisa gris, lo que permitía<br />
verle alguna parte del pecho tostado por el sol.<br />
—Yo no he dicho tal cosa, ¿o sí?<br />
—No tenías por qué saberlo.<br />
Me acerqué a otro montón de libros, y él me siguió, pisándome los