Eve (Junior - Juvenil (roca)) (Spanish Edition) - deviantART
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—No, no es eso. Es un árbol, y los árboles no besan a los chicos.<br />
—¿De qué estáis hablando? —quiso saber Silas, totalmente<br />
confundido.<br />
—Puedes amar a cualquiera —intervine mirando al grupo—. El amor<br />
es… —Busqué las palabras exactas—. Amar significa preocuparse por<br />
alguien, sentir que una persona nos interesa y pensar que el mundo entero<br />
sería más triste sin ella. —Recordé la risa entrecortada de Pip, o los saltos<br />
que daba de cama en cama con Ruby los domingos por la mañana, mientras<br />
esperábamos nuestro turno de ducha.<br />
Tras una larga pausa, Benny alzó la vista.<br />
—Yo amaba a mi hermano —afirmó.<br />
—Y yo amaba a mi madre —añadió un chico de quince años que se<br />
llamaba Michael.<br />
—Yo también amaba a mi madre —confesé—. Y la sigo amando. Es<br />
así… Es algo que nunca desaparece aunque la persona ya no esté. —Esperé<br />
unos momentos y abrí el libro otra vez—. «Todos los días el chico cogía hojas<br />
del árbol para hacer una corona…»<br />
—¡Kevin! ¡Michael! ¡Aaron! ¿Dónde estáis? —La voz de Leif tronó en el<br />
pasillo. Apareció de súbito; su musculoso cuerpo estaba cubierto de ceniza y<br />
barro. Aquellos fríos ojos de mármol negro me miraron sin reflejar ningún<br />
sentimiento—. ¿Dónde están los cubos?<br />
Varios chicos mayores se levantaron y contestaron:<br />
—Íbamos a ir a buscarlos en cuanto… acabásemos el libro.<br />
—¿El libro? —se extrañó Leif, y se acercó. No me miró, sino que volvió<br />
la cabeza como si yo fuese la mesa, una silla o el suelo que pisaban sus<br />
pies—. Iréis ahora mismo porque teníais que haberlo hecho esta mañana.<br />
Quiero todos los cubos de agua de lluvia dentro, alrededor del fuego.<br />
—¿No pueden esperar unos minutos? Casi hemos terminado —dije<br />
sin poder evitarlo.<br />
Los chicos se giraron, sorprendidos al oír mi voz.<br />
Leif se me acercó; el olor a almizcle que desprendía inundó el espacio<br />
que nos separaba.<br />
—¿Esperar a qué? —Me arrebató el libro de la mano—. ¿A esto? A los<br />
chicos no les hace falta leer libros infantiles. Lo que necesitan es aprender a<br />
valerse por sí mismos.<br />
—Y aprenderán. —Me puse de pie—. Pero también deben comprender<br />
una señal de tráfico elemental o saber escribir su nombre.<br />
Leif miró la clase: casi una docena de chicos se amontonaban en el<br />
limitado espacio. Abrió la boca lentamente, pero la cerró, como un pez