09.05.2013 Views

Eve (Junior - Juvenil (roca)) (Spanish Edition) - deviantART

Eve (Junior - Juvenil (roca)) (Spanish Edition) - deviantART

Eve (Junior - Juvenil (roca)) (Spanish Edition) - deviantART

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

En el sótano, Marjorie abrió las puertas de madera del armario.<br />

—Ayudadme —rogó, apartando de un manotazo las latas del estante,<br />

que se abollaron al caer al suelo de cemento.<br />

Arden sacó de un tirón la estantería, Lark y yo entramos en la<br />

habitación secreta, y ella nos siguió a toda prisa.<br />

—No habléis —susurró Marjorie mientras colocaba de nuevo las latas<br />

en el estante.<br />

En el piso de arriba se abrió la puerta de golpe, y unas voces<br />

masculinas exigieron algo a gritos.<br />

—Deprisa —imploró Lark, palpando el estante de madera—. Date<br />

prisa, Marjorie, por favor.<br />

La mujer se agachó, recogió las latas y las volvió a poner en el estante.<br />

Movía despacio las ajadas manos, revelando la edad.<br />

—Voy lo más rápida que puedo —dijo con voz rota—. Ya voy. —Se pasó<br />

la mano por la cara, y entonces me di cuenta de que estaba llorando: finos<br />

regueros de lágrimas se deslizaban por las arrugas de su rostro.<br />

Las voces aumentaron de tono. Oímos pisotones en el piso superior, y<br />

trocitos de escayola llovieron sobre nosotras.<br />

—Solo mi mujer —dijo Otis. A continuación más pasos. Marjorie tenía<br />

en brazos las últimas latas cuando aparecieron los soldados en la escalera;<br />

vestían de uniforme verde y marrón. Arden me estrujó la mano y me arrastró<br />

hasta el fondo de la habitación.<br />

Con la otra mano cubrí la trémula boca de Lark para impedir que<br />

gritase. Las puertas de cristal de la despensa se cerraron. A través de los<br />

huecos que había entre las latas, distinguíamos algunas zonas del sótano.<br />

Permanecimos ocultas, en la oscuridad, viendo cómo los hombres bajaban<br />

la escalera.<br />

Marjorie se irguió enseguida; había dejado caer con tranquilidad los<br />

brazos a ambos lados del cuerpo, pero su expresión era dura.<br />

—¿Qué puedo hacer por ustedes en esta ocasión, caballeros? Teniente<br />

Calverton… —saludó reconociendo al soldado más veterano, que tenía la<br />

nariz rota y el pelo canoso. Junto a él, un hombre delgado y pálido<br />

acariciaba una pistola—. Sargento Richards, ¿ha venido a acosarnos otra<br />

vez?<br />

Los hombres permanecieron al pie de la escalera; ambos<br />

perfectamente afeitados, el rostro terso y pulido.<br />

—Ya basta de jueguecitos, Marjorie —amenazó Calverton—. Sabemos<br />

que escondes a una chica llamada <strong>Eve</strong>. Esa chica pertenece al rey.<br />

Arden me abrazó. Me temblaban las piernas, pero ella me sostuvo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!