14.05.2013 Views

Volumen VIII – El chiste y su relación con lo inconsciente (1905)

Volumen VIII – El chiste y su relación con lo inconsciente (1905)

Volumen VIII – El chiste y su relación con lo inconsciente (1905)

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

lidad, que en muchísimos <strong>chiste</strong>s <strong>con</strong>stituye una generosa<br />

fuente de placer y explica algunas peculiaridades de <strong>su</strong>s peripecias.<br />

Los hay que están por completo libres de esa <strong>con</strong>dición,<br />

y en un ensayo sobre el <strong>chiste</strong> nos vemos precisados<br />

a servirnos casi exclusivamente de estos ejemp<strong>lo</strong>s. Pero no<br />

podemos olvidar que acaso más que por estos <strong>chiste</strong>s perennes<br />

nos hemos reído por <strong>lo</strong>s otros, cuyo empleo aquí sería<br />

farragoso porque requieren largos comentarios y ni siquiera<br />

<strong>con</strong> este auxilio alcanzarían cl efecto que una ve/ produjeron.<br />

Pues bien; estos últimos <strong>chiste</strong>s <strong>con</strong>tuvieron alusiones a personas<br />

y episodios «actuales» en <strong>su</strong> tiempo, cpic despertaban<br />

el interés general y <strong>con</strong>servaban <strong>su</strong> tensión. Extinguido ese<br />

interés, liquidado cl a<strong>su</strong>nto en cuestión, también esos <strong>chiste</strong>s<br />

perdieron una parte (y una parte muy <strong>con</strong>siderable) de <strong>su</strong><br />

efecto placentero. Por ejemp<strong>lo</strong>, el <strong>chiste</strong> que hizo mi benévo<strong>lo</strong><br />

huésped cuando sirvieron cl manjar que él llamó «homei'oidc'inl»<br />

no me parece hoy ni <strong>con</strong> mucho tan luieno como<br />

entonces, en un tiempo en c|uc «Umnc Rule» era títu<strong>lo</strong> recurrente<br />

en las noticias políticas de nuestros periódicos. Si<br />

ahora intento ajireciar el mérito de ese <strong>chiste</strong> puntualizando<br />

que mediante esa palabra, y ahorrando a nuestro pensar un<br />

gran rodeo, nos lleva del círcu<strong>lo</strong> de representaciones de la<br />

cocina a! de la política, t;m alejado, en aquel momento habría<br />

debido modificar esa puntualización diciendo que «esa palabra<br />

nos lleva del círcu<strong>lo</strong> de representaciones de la cocina al<br />

de la política, tan alejado de aquel, pero que puede <strong>con</strong>tar<br />

<strong>con</strong> nuestro vivo interés porque en verdad nos ocupa de<br />

<strong>con</strong>tinuo». Otro <strong>chiste</strong>: «Esta muchacha me hace acordar a<br />

Dreyfus; cl ejercito no cree en <strong>su</strong> inocencia» [pág. 40],<br />

aunque por fuerza <strong>con</strong>serva intactos <strong>su</strong>s recursos técnicos,<br />

aparece hoy empalidecido. Ni el des<strong>con</strong>cierto que la comparación<br />

provoca ni el doble sentido de la palabra «inocencia»<br />

pueden compensar el hecho de que esa alusión, referida entonces<br />

a un a<strong>su</strong>nto investido de excitación fresca, hoy trae<br />

a la memoria un interés finiquitado. Un <strong>chiste</strong> todavía actual,<br />

como el siguiente: La princesa heredera, Luisa, se había dirigido<br />

a un crematorio ác Gotha para preguntar cuánto costaba<br />

una incineración {Vcrhrcniíimg}. Y la administración<br />

le respondió: «<strong>El</strong> va<strong>lo</strong>r ordinario es de 5.000 marcos, pero<br />

a usted se le cobrarán só<strong>lo</strong> 3.000 porcjue ya ima vez se ha<br />

diirchbrcniíen ("quemado totalmente" o "hecho himio"}»;<br />

esc <strong>chiste</strong>, digo, nos parece hoy irresistible, pero en algún<br />

momento estimaremos en mucho menos <strong>su</strong> va<strong>lo</strong>r, y todavía<br />

después, cuando no se <strong>lo</strong> pueda <strong>con</strong>tar sin acompaiíar<strong>lo</strong> de<br />

un comentario sobre quién fue la princesa Luisa y cómo se<br />

entendía <strong>su</strong> «estar toda quemada» o «haberse hecho himio»,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!