14.05.2013 Views

Volumen VIII – El chiste y su relación con lo inconsciente (1905)

Volumen VIII – El chiste y su relación con lo inconsciente (1905)

Volumen VIII – El chiste y su relación con lo inconsciente (1905)

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

que otros aún no se habían servido: el <strong>con</strong>ocimiento del trabajo<br />

del <strong>su</strong>eño; en cambio, para el discernimiento de <strong>lo</strong><br />

cómico no disponemos de una ventaja parecida, por <strong>lo</strong> cual<br />

<strong>lo</strong> lógico es esperar que sobre la esencia de la comicidad no<br />

habremos de averiguar nada que no nos enseñara ya el <strong>chiste</strong><br />

en la medida en que pertenece a <strong>lo</strong> cómico y lleva en <strong>su</strong><br />

propio ser algunos de <strong>su</strong>s rasgos, intactos o modificados.<br />

<strong>El</strong> género de <strong>lo</strong> cómico más próximo al <strong>chiste</strong> es <strong>lo</strong> ingenuo.<br />

Al igual que todo <strong>lo</strong> cómico, el<strong>lo</strong> es descubierto y<br />

no hecho como el <strong>chiste</strong>; y por cierto que <strong>lo</strong> ingenuo en<br />

modo alguno puede ser hecho, mientras que en <strong>lo</strong> puramente<br />

cómico [hay casos en que] cuenta tambic'n un hacer, un<br />

provocar la comicidad. Lo ingenuo por fuerza ha de aparecer<br />

sin nuestra intervención en <strong>lo</strong>s dichos y acciones de otras<br />

personas, que remplazan a la segunda persona de <strong>lo</strong> cómico<br />

o del <strong>chiste</strong>. Lo ingenuo <strong>su</strong>rge cuando alguien se pone enteramente<br />

más allá de una inhibición porque no prcexistía<br />

en c!; cuando aparenta, entonces, haberla <strong>su</strong>perado sin trabajo.<br />

Condición para que <strong>lo</strong> ingenuo produzca <strong>su</strong> efecto es<br />

que sepamos que esa persona no posee aqueUa inhibición;<br />

de <strong>lo</strong> <strong>con</strong>trario no la llamaríamos ingenua sino atrevida, no<br />

reiríamos sino que nos indignaríamos. <strong>El</strong> efecto de <strong>lo</strong> ingenuo<br />

es irresistible y parece fácil de entender. Cuando escuchamos<br />

el dicho ingenuo se nos vuelve de pronto inaplicable<br />

un gasto de inhibición cjue estamos habituados a hacer, y se<br />

descarga mediante la risa; para el<strong>lo</strong> no es preciso distraeila<br />

atención [pág. 145], probablemente porque se <strong>con</strong>sigue<br />

cancelar la inhibición de una manera directa y no por medio<br />

de una operación incitada. Así, nos comportamos aná<strong>lo</strong>gamente<br />

a la tercera persona del <strong>chiste</strong>, a quien el ahorro de<br />

inhibición le es regalado sin trabajo alguno [pág. 142].<br />

Tras la intelección sobre la génesis de las inhibiciones,<br />

cjue obtuvimos al perseguir el desarrol<strong>lo</strong> desde el juego hasta<br />

el <strong>chiste</strong>, no nos asombrará ciue <strong>lo</strong> ingenuo se encuentre<br />

sobre todo en el niño, y por ulterior trasferencia también en<br />

adultos incultos a quienes podemos <strong>con</strong>cebir como infantiles<br />

en cuanto a <strong>su</strong> formación intelectual. Para una comparación<br />

<strong>con</strong> el <strong>chiste</strong> se prestan mejor, desde luego, <strong>lo</strong>s dichos que<br />

las acciones ingenuas, pues son dichos y no acciones las<br />

formas en que habitualmente se exterioriza el <strong>chiste</strong>. Ahora<br />

bien, es muy singular que a dichos ingenuos como <strong>lo</strong>s de <strong>lo</strong>s<br />

niños se <strong>lo</strong>s pueda designar también, y sin forzar las cosas,<br />

como «<strong>chiste</strong>s ingenuos». Algunos ejemp<strong>lo</strong>s nos mostrarán<br />

a las claras la <strong>con</strong>cordancia y el fundamento de la diferencia<br />

entre <strong>chiste</strong> e ingenuidad.<br />

Una niñita de 3V2 años advierte a <strong>su</strong> hermanito: «Tií, no<br />

174

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!