Volumen VIII – El chiste y su relación con lo inconsciente (1905)
Volumen VIII – El chiste y su relación con lo inconsciente (1905)
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eal, pero la de Lichtenberg es un <strong>chiste</strong> que se vale de la<br />
tontería para algún otro fin, un <strong>chiste</strong> tras el cual se es<strong>con</strong>de<br />
algo. ¿Qué? En este momento todavía no podemos indicar<strong>lo</strong>.<br />
[8]<br />
En dos grupos de ejemp<strong>lo</strong>s hemos averiguado ya que el<br />
trabajo del <strong>chiste</strong> se vale de desviaciones respecto del pensar<br />
normal —el desplazamiento y el <strong>con</strong>trasentido— como<br />
recursos técnicos para producir la expresión chistosa. Es una<br />
justificada expectativa que también otras falacias puedan<br />
hallar el mismo empleo. Y en efecto cabe indicar algunos<br />
ejemp<strong>lo</strong>s de esta índole:<br />
Un señor llega a una <strong>con</strong>fitería y se hace despachar una<br />
torta; pero enseguida la devuelve y en <strong>su</strong> lugar pide un<br />
vasito de licor. Lo bebe y cjuiere alejarse sin haber pagado.<br />
<strong>El</strong> dueño del negocio <strong>lo</strong> retiene. «¿Qué quiere usted de<br />
mí?». — «Debe pagar el licor». — «A cambio de él ya le<br />
he dado la torta». — «Tampoco la ha pagado». — «Pero<br />
tampoco la he comido».<br />
También esta pequeña historia muestra la apariencia de<br />
una <strong>lo</strong>gicidad que ya <strong>con</strong>ocemos como fachada apta para<br />
una falacia. Es evidente cjue el error <strong>con</strong>siste en c|ue el astuto<br />
cliente establece entre la devolución de la torta y <strong>su</strong><br />
cambio por el licor un víncu<strong>lo</strong> inexistente. La situación se<br />
descompone más bien en dos procesos que para el vendedor<br />
son independientes entre sí, y só<strong>lo</strong> en el propósito del comprador<br />
mantienen el nexo de <strong>su</strong>stitución. Ha tomado y ha<br />
devuelto primero la torta, por la cual en <strong>con</strong>secuencia nada<br />
debe; luego toma el licor, que debe pagar. Puede decirse<br />
que el cliente emplea en doble sentido la <strong>relación</strong> «a catnbio<br />
de»; más correctamente, por medio de un doble sentido<br />
establece una <strong>con</strong>exión que de hecho no es sosteniblc''<br />
Esta es la oportunidad para <strong>con</strong>fesar algo que no carece<br />
•'^ [No/a agregada en 1912; ] Una técnica de disparate semejante<br />
re<strong>su</strong>lta cuando el <strong>chiste</strong> quiere inantener en pie una <strong>con</strong>junción que<br />
aparece cancelada por las particulares <strong>con</strong>diciones de <strong>su</strong> propio <strong>con</strong>tenido.<br />
Tal, por ejemp<strong>lo</strong>, en Lichtenberg: «Cuchil<strong>lo</strong> sin hoja, al que<br />
le falta el mango». [Esto vuelve a explicarse en un pasaje de «Con<br />
tribución a la historia del movimiento psicoanalítico» (I914Í¿), AE,<br />
14, págs. 63-4.] También, el <strong>chiste</strong> referido por Von Falke [1897, pág.<br />
271]: «¿Este es el lugar en que el duque de Wellington pronunció<br />
aquellas palabras?». — «Sí, este es el lugar, pero nunca pronunció<br />
esas palabras».<br />
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